LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

viernes, 29 de enero de 2010

Afirmación

El verdadero logos no es nunca logomaquia.

lunes, 25 de enero de 2010

Matiz

Cuando escribo, sí que siento.

Cuando corrijo, ahí sí que no siento nada.

Ahí soy, o quiero ser, frío e implacable.

(¿O he debido decir frío e impecable?)

jueves, 21 de enero de 2010

Gómez Dávila sobre Haiti

"El cristianismo es religión del que vive todo instante
como el de un posible terremoto."


[Nicolás Gómez Dávila, Escolios a un texto implícito, Gerona, Atalanta, 2009, pág. 1132.]

lunes, 18 de enero de 2010

El profesor como autoridad pública...

... se me antoja el corolario del fracaso del sistema público de enseñanza, si es que no del sistema moral de una sociedad entera. O sea, que a esto hemos llegado.

La autoridad del profesor sólo puede tener, o sólo debería tener, dos fuentes: su capacidad científica (conoce bien lo que enseña) y su entrega pedagógica y su amor por sus pupilos. Sí, amor, eso que ignoran los maquinistas de la pedagogía.

El profesor, aunque sea funcionario, no es un funcionario. No actúa como delegado del gobierno ni del Estado, sino por delegación de los padres, in loco parentis. Los padres le confían, parcialmente, la educación de sus hijos. La autoridad de los padres y la del profesor van unidas y son complementarias. Ambos deben mutuamente reconocérsela, cada uno en su ámbito. Pero si la autoridad de los padres ya no se respeta y está en solfa, ¿cómo se va a respetar la del profesor? Y si las familias ven en el profesor un funcionario, un policía desarmado, ¿qué clase de confianza podrán tener con él? ¿Y cómo no se sentirán tentados de agredirlo o violarlo? Eso está pasando hoy, no sólo con los profesores, sino con los médicos y otro profesionales funcionarizados.

Otorgar condición de autoridad pública al profesor es convertirlo en policía. Lo cual, por otra parte, desde la Logse para acá, es lo que se pretendía. Pues ya lo hemos logrado.

El próximo paso será dotarlos de sprays paralizantes.

A no ser que se busque que sean policías desarmados, indefensos ante la agresión.

Más que a repartir ordenadores, las autoridades deberían dedicarse a instalar escáneres en los colegios, esos modernos escenarios del Estado policíaco, esos campos de concentración donde son igualmente víctimas custodios y custodiados.

jueves, 14 de enero de 2010

Desastres de nuestro tiempo: la descolonización

Fantaseemos un poco, imaginemos, hagamos ucronía...

¿Qué hubiera pasado si Haití hoy día siguiera siendo una colonia, o provincia, o departamento de Francia?

¿O si los EE. UU. hubieran decidido anexionárselo, a lo mejor con la fórmula de Puerto Rico?

El terremoto habría sucedido de todas formas.

Pero... ¿qué hubiese cambiado?

jueves, 7 de enero de 2010

Sed libera nos a Malo

El Padrenuestro que rezamos, ¿es realmente el Padrenuestro que Cristo enseñó o, por lo menos, el que fue recogido por los evangelistas Lucas (11, 1) y, sobre todo, Mateo (6, 9)?

Uno pertenece a esa generación que todavía lo rezó en latín, y aún en esa lengua sabe rezarlo y lo reza, bien que en privado, ya que en público pocas ocasiones se ofrecen.

Luego vino la versión postconciliar, que es la que se reza en Misa, y que no deja de causarme serias dudas.

Sobre todo, el final. Ese " y líbranos de mal", ¿es una buena traducción del "sed liberanos a Malo"? ¿Es una traducción inocente? Porque una cosa es el mal y otra el Malo. Y ya se sabe que quien deja de creer en el Demonio no tarda mucho en dejar de creer en Dios.

Lo que en Mateo se lee efectivamente no es el mal sino el malo: ἀλλὰ ῥῦσαι ἡμᾶς ἀπὸ τοῦ πονηροῦ.

Pero no sólo el final: ese panem nostrum quotidianum da nobis hodie es la versión latina del original griego:
τὸν ἄρτον ἡμῶν τὸν ἐπιούσιον δὸς ἡμῖν σήμερον·

Sí, ya que todo viene de Dios, también nuestro alimento cotidiano. Pero, ¿no es bastante pedestre y alicorta esta petición puramente alimenticia? ¿Acaso no nos ganamos ya nuestro pan con nuestro sudor? ¿Es ésta una petición de verdadero alcance universal y supratemporal?

He aquí cómo traducen este versículo Juan Mateos y Luis Alonso Schökel: nuestro pan del mañana dánoslo hoy, (o "danos hoy el pan del mañana", en la versión en solitario de Schökel) explicándose en nota que pan del mañana es el verdadero sentido de
ἐπιούσιον (epiousion): "Se pide que la unión y alegría propias de la comunidad final (banquete mesiánico, 8, 11) sean un hecho en la comunidad presente."

Esto, desde luego, es menos ramplón, menos sanchopancesco, y tiene más enjundia escatológica, más significado eucarístico.

Dios mío, ¿qué Padrenuestro estaremos rezando?




is délmais délivre-nous du malivre-nous du mal

martes, 5 de enero de 2010

La magia de los Magos

[Francisco Rizi, La adoración de los Magos]


Hoy es uno de esos días en que al erudito dormido, o agazapado, que todavía hay en mí, le gustaría escribir un discurso académico sobre "Los Reyes Magos: realidad histórica, fanfarria legendaria y sentido teológico". A ser posible, para ser leído en una academia de provincias, neoclásica y vetusta. Pero será más divertido irse con los niños a ver la Cabalgata, y llenar los paraguas de ilusiones, digo, de caramelos. Y esperemos que no llueva. Pero, vamos, aunque caigan chuzos...

lunes, 4 de enero de 2010

Sobre el imperio de la cantidad


Leo en La Vanguardia una entrevista con Francisco Rico, a propósito de su nuevo centón, Mil años de poesía española, continuación local del anterior batiburrillo, Mil años de poesía europea, y no deja de sorprenderme el criterio utilizado para la selección de los poetas más recientes: ¡Google!

"El terreno más resbaladizo es el de los autores que he añadido en esta nueva edición, que ya llega hasta los nacidos en 1960, una Blanca Andreu, un Àlex Susanna o un Carlos Marzal. Ahí cabe no poca discusión, y la verdad es que no están varios que me gustan más que otros sí que he incluido. Pero también ahí he podido guiarme por algunos criterios objetivos. Por ejemplo, Google… ", dice el académico y (valga la redundancia) cervantista.

Y el periodista, algo sorprendido, le pregunta:

¿Por el número de entradas que tenga un poeta?
La labor de un científico, su reconocimiento, se mide hoy por el número de menciones que logra en los trabajos de otros científicos, y Google tiene incluso herramientas para ese objeto, de las que a menudo depende la valoración de un investigador. No hay que tenerle miedo a tomar esos datos como punto de referencia. Claro que existen otros, como las antologías hechas por votación de críticos y creadores. Y para los más jóvenes a mí me ha sido también muy útil fijarme en quienes ya han publicado unas "poesías completas".

No le tiene uno ningún miedo a Google, sino todo lo contrario. Pero hacer de la aparición en Google un criterio fiable no parece muy serio. Ni para la investigación científica ni para la confección de antologías. Eso es, una vez más, el criterio cuantitativo, como el de la lista de los libros más vendidos. ¿Los más vendidos son los mejores? ¿Lo más citado es lo más importante y, acaso, lo más duradero? ¿No podrá ser justo al contrario?

La auténtica criba la hará el tiempo. Cierto. Mientras tanto, en el presente, sólo, o casi sólo, tenemos la cantidad. Y eso es justamente lo que le pedimos al crítico: que escoja, que señale, que distinga en ese maremagnum, en esa superabundancia de cifras, nombres y datos.

Pues si el crítico se guía tan sólo por el número de apariciones en Google, o por la cantidad de páginas de unas poesías completas, ¿para qué necesitamos al crítico? En Google ya buscamos nosotros solos.