En 1852 el Gobierno español, reinado de Isabel II, decretó la desaparición de las facultades de Teología de las Universidades, relegando su enseñanza exclusivamente al ámbito de los Seminarios diocesanos.
Si alguien me preguntase cuándo se jodió la Universidad, yo diría que entonces, que a partir de entonces comenzó la decadencia de la Universidad, que sigue imparable hasta hoy. La Universidad se desentendió del Todo para dedicarse en exclusiva a las Partes, aisladas además entre sí. Aunque se siguió llamando Universidad, ya no era más que una utilitaria escuela de alta formación profesional.
Con ello no sufrió la Teología, que ha seguido siendo hasta hoy mismo una ciencia viva. Baste recordar los nombres Edith Stein, de Guardini, de Von Balthasar, de Danielou, de Lubac, de Küng, de Moltmann... de tantos nombres cuya enumeración sería interminable.
La que sufrió fue la Universidad. Se entiende que la estatal y estatalizada. Porque otro efecto de aquel decreto fue la creación de Universidades católicas.
Sin Teología no hay Universidad. Sin la reina de las ciencias, las criadas, desorientadas y huérfanas, se desmandan, se repiten, holgazanean, se dedican a sisar del cajón de la expulsada.
Algunos dirán que exagero; otros, directamente, soltarán la carcajada. Bueno.
Yo lo que compruebo es que la Teología no ha envejecido: ahí está si no el fresquisímo ensayo de Fabrice Hadjad, La fe de los demonios, que va ya por su segunda edición, y que recomiendo vivamente a todos, ateos, creyentes y mediopensionistas. En cambio, compruebo que la Universidad ha envejecido, o se ha infantilizado, que para el caso viene a ser lo mismo. Ahora juega a los créditos, los licenciados serán graduados, la movilidad de profesores y alumnos (de la que tanto se cacarea) es imposible de facto, y ella, el alma mater, se dedica a darse baños de bolonia (que no huele, ni mucho menos, como la colonia). En fin.
LA FRASE
"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."
Sir Arthur Conan Doyle
Sir Arthur Conan Doyle
miércoles, 29 de septiembre de 2010
lunes, 27 de septiembre de 2010
FANFARRIA
Hace falta mucho valor, mucha seguridad en sí mismo como poeta, para titular así un libro de versos.
Fanfarria es un libro póstumo. Lorenzo Gomis, su autor, ya había publicado sus poesías completas. Parecía haber cerrado su obra, cuando estaba a punto de cerrar su vida. Posiblemente Fanfarria sea el mejor broche final de una y otra.
viernes, 24 de septiembre de 2010
CAMBIO DE DESTINO
El Pabellón de Chile (1929) ayer y hoy. Allí estaré (Escuela de Arte de Sevilla) a partir de este curso para lo que gustéis mandar. Por ejemplo, tiene un salón de actos magnífico... ideal para lecturas y presentaciones.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
lunes, 20 de septiembre de 2010
¿POESÍA PARA NIÑOS?
Bolsa de plástico
Mírala
ahí
en mitad de la calle
sola
quieta
temerosa
de que aparezca el barrendero
soñando
con un poco de viento
para sentirse
nube.
(Karmelo C. Iribarren, Versos que el viento arrastra, Madrid, El Jinete Azul, 2010)
martes, 14 de septiembre de 2010
lunes, 13 de septiembre de 2010
¿PARA QUÉ SIRVE LA POESÍA?
¿Y para qué sirve la poesía?, le preguntan en Deia a Pablo González de Langarika, veterano director de la no menos veterana revista Zurgai :
"La poesía -ésta es su respuesta- sirve para la realización personal de los poetas. Y poco más."
¿Tan pobre concepto tiene el bueno de don Pablo sobre la poesía? Y, sobre todo, ¿tan pobre concepto de los poetas?
Será lo que tiene bregar durante tantos años con la tropa. Digo yo.
"La poesía -ésta es su respuesta- sirve para la realización personal de los poetas. Y poco más."
¿Tan pobre concepto tiene el bueno de don Pablo sobre la poesía? Y, sobre todo, ¿tan pobre concepto de los poetas?
Será lo que tiene bregar durante tantos años con la tropa. Digo yo.
domingo, 12 de septiembre de 2010
LA PELUQUERÍA UNISEX Y EL COCHE ELÉCTRICO
jueves, 9 de septiembre de 2010
CONFESIONES IMPROBABLES
Yo escribo sólo por necesidad, declaraba el escritor... económica, pensaba para sí.
sábado, 4 de septiembre de 2010
RINNOVARSI O PERIRE
[Bodegón con frutas, de José Manuel Mora Fandos]
Repetirse o morir... ¿acaso no quiere decir lo mismo, en el fondo, que el dicho contrapuesto y más popular, ese de renovarse o..?
Sí, lo mismo, pero con una leve, ágil variante.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)