LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle
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viernes, 4 de mayo de 2018

ESCRIBIR, ¿PARA QUÉ?

Escriba usted un libro nada enjuto sobre el teatro de los Machado (Enrique Baltanás, La obra común de los hermanos Machado, Sevilla, Renacimiento, 2010, 229 págs.), en el que se analiza detenidamente cada una de las obras que componen su dramaturgia, y ésta en su conjunto, y examinando y en muchos casos refutando
los resultados aportados por la bibliografía anterior, para que ahora venga Juan Malpartida y publique un libro, con el título de Antonio Machado. Vida y pensamiento de un poeta (Fórcola, 2018, 196 págs.) en el que no pueden dejar de sorprenderme estas palabras que allí escribe:

Este empeño en un género en el que no destacaba (tampoco su hermano [Manuel]) me hace pensar en Cervantes. Ambos buscaron, además del logro literario en la comedia, un poco de dinero, sin ningún éxito en Cervantes, con alguna discreta alegría en los Machado. Pero creo que parece claro, más allá de ciertos momentos poéticos, que las obras de teatro que escribieron ni correspondían a su tiempo (a pesar de que introdujeron temas de "candente actualidad") ni eran su tiempo, además de la baja calidad de las mismas. (p.24)












Ea, ahí queda eso. Ni más ni menos que lo que la crítica más adocenada viene repitiendo desde hace años: obras que ya no se correspondían con su tiempo, escasa calidad...
Malpartida no parece conocer mi libro, no lo cita al menos, pero alguien que escribe un libro así y con esos juicios sumarísimos que se permite emitir, debería conocerlo, discutirlo. Se puede no estar de acuerdo con mis tesis, pero primero tendría, caso que pueda, rebatirlo.
Pero Malpartida debe de ser uno de esos tantos (huy, qué tentación) que creen que la "modernidad", y no digamos, la "calidad", se encuentra en el grosero determinismo de un Valle Inclán o de un García Lorca... 
En fin, que va a haber que darle la razón a don Manuel Azaña cuando dijo aquello de que "en España la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro." 


lunes, 2 de noviembre de 2015

ANTONIO MACHADO Y LA "CUESTIÓN CATALANA"

"Razón tienes, diosa mía, cuando me dices que la República ¡tan deseada! -yo confieso haberla deseado sinceramente- nos ha defraudado un poco. La cuestión catalana, sobre todo, es muy desagradable. En esto no me doy por sorprendido, porque el mismo día que supe el golpe de mano de los catalanes (1), lo dije: "los catalanes no nos han ayudado a traer la República, pero ellos serán los que se la lleven". Y en efecto, contra esta República, donde no faltan hombres de buena fe, milita Cataluña. Creo con don Miguel de Unamuno que el Estatuto es, en lo referente a Hacienda, un verdadero atraco, y en lo tocante a la enseñanza algo verdaderamente intolerable. Creo, sin embargo, que todavía cabe una reacción en favor de España, que no conceda a Cataluña sino lo justo: una moderada autonomía, y nada más."

(Carta del jueves 2 de junio de 1932 a Pilar Valderrama, en pleno debate del Estatuto catalán en las Cortes) 

(1) Se refiere a la proclamación de la República catalana por Francesc Macià el 14 de abril de 1931, sin atenerse a lo acordado en el pacto de San Sebastián.

miércoles, 19 de agosto de 2015

MANUEL MACHADO CANTA A LA REPÚBLICA


Ah, pero ¿no era tan franquista?

Música: Óscar Esplá
Letra: Manuel Machado
Canta: Laura Nieto Oliver
Año: 1931

La letra es ésta:

Es el sol de una mañana
de gloria y vida, paz y amor.
Libertad florece y grana
en el milagro de su ardor.

¡Libertad! España brilla a tu fulgor como una rosa de Verdad" y Amor.
Gloria de escuchar
por tierra y mar
–fe y esperanza–
cantar
"España avanza".

Gloria del cantar
del campo y mar, con la armonía
sin par,
España mía.

Luz de hogar encantadora
a quien con fe la ve lucir.
Fiero incendio que devora
al que lo quiere combatir.

¡Libertad!
El mundo brilla a tu fulgor
como una gema de Verdad
y Amor.

jueves, 3 de julio de 2014

GUIOMAR, DE MUSA A MUJER

Cuando el nombre de Guiomar aparezca por primera vez en la poesía de Antonio Machado (en las Poesías Completas de 1933), nadie parecera prestarle demasiada atención. Más tarde, con la guerra civil, menos aun. Tendremos que llegar a 1950 para que se publique el libro de Concha Espina, De Antonio Machado a su grande y secreto amor, que levanta la primera pista, pero sin desvelar aún la persona real que se esconde en la Guiomar de los versos. No obstante, ya era suficiente para iniciar una polémica en la que no han dejado de participar casi todos los estudiosos machadianos.

Unos para negar la identificación de Pilar Valderrama con Guiomar (que pasaría, así, a ser uno más de los apócrifos machadianos), otros para discutir la naturaleza de ese amor entre doña Pilar y don Antonio ("amor blanco", como propone Justina Ruiz Conde; amor total, como sugiere Tuñón de Lara), y los más para denostar la persona de Pilar de Valderrama, a la que se acusa de oportunista y de haberse aprovechado de la fama del poeta para medrar en su propia carrera literaria.

De todo ello ha venido a resultar la preterición de la obra literaria de la escritora, a la que infaltablemente se la califica de "poeta mala".

Por eso hay que saludar la publicación de un libro que viene a poner las cosas en su sitio, a intentarlo al meno, vindicando a la persona de Pilar Valderrama y defendiendo la nobleza de su relación con Machado. Este libro es Guiomar, el rescate de una diosa, publicado por sus propios autores, José María Luque Moreno y María Dolores Ramírez Ponferrada, en la ciudad de Montilla (Córdoba). Que sea este un libro "pueblerino" (sin el amparo de ningún sello editorial de prestigio) no quiere decir que ningún estudioso de Machado (o de Valderrama) pueda permitirse el lujo de ignorarlo. 

          
Pero, en definitiva, ¿por qué esta persistente inquina hacia Pilar Valderrama? Digámoslo ya: porque no encaja que un poeta supuestamente agnótico, progresista y republicano se haya podido enamorar de una mujer (también supuestamente) ultraortodoxa católica y políticamente conservadora. "No encaja, no puede encajar, han dictaminado estos machadianos, así que, por tanto, no existió, porque sencillamente era imposible que existiera."

Los que tal cosa afirman parecen olvidar algo que, sin embargo, cualquiera sabe por propia o ajena experiencia: que el amor no conoce fronteras, ni sociales, ni familiares, ni raciales, ni... no, tampoco ideológicas o políticas. Sin contar con la caricatura que se ha dibujado de los dos personajes, porque ni la Valderrama era la fanática católica que nos han pintado ni Machado el fervoroso frentepopulista que tan interesadamente difunden algunos.

"Después de leer este libro -escriben los autores en la Introducción- nadie podrá decir que Pilar era arribista, ni ignorante, ni que oscureció la figura gigantesca de Machado." Y es verdad.


miércoles, 4 de junio de 2014

ANTONIO MACHADO, POLÍTICAMENTE INCORRECTO

CONTRA EL DEPORTE

Siempre he sido -habla Mairena a sus alumnos de Retórica- enemigo de lo que hoy llamamos (...) eduación física.
Para crear hábitos saludables -añadía- , que nos acompañen toda la vida, no hay peor camino que el de la gimnasia y el deporte...

(véase Juan de Mairena, 1936, XIII, Contra la educación física)

CONTRA EL VOTO FEMENINO

Donde la mujer suele estar, como en España -decía Juan de Mairena-, en su puesto, es decir, en su casa, cerca del fogón y consagrada al cuidado de sus hijos, es ella la que casi siempre domina, hasta imprimir el sello de su voluntad a la sociedad entera. (...) La mujer, perfectamente abacia en la vida pública, es voz cantante y voto decisivo en todo lo demás. Si unos cuantos viragos del sufragismo, que no faltan en ningún país, consiguiesen en España de la frivolidad masculina la concesión del voto a la mujer, las mujeres propiamente dichas votarían contra el voto...

(véase Juan de Mairena, XIX, Leve profecía de Juan de Mairena)

CONTRA LA HOMOSEXUALIDAD (Y DE PASO, OTRA VEZ CONTRA EL DEPORTE)

... no olvidemos -añade- que la pederastia, actividad erótica desviada y superflua, es la compañera inseparable de la gimnástica.

(véase De un cancionero apócrifo)

El amor dorio y toda homosexualidad son rechazados también por Abel Martín, y no por razones morales, sino metafísicas. El Eros martiniano sólo se inquieta por la contemplación del cuerpo femenino, y a causa precisamente de aquella diferencia irreductible que en él se advierte. No es tampoco para Abel Martín la belleza el gran incentivo del amor, sino la sed metafísica de lo esencialmente otro.

(Ibid.)

CONTRA EL ESTATUTO DE CATALUÑA

La cuestión de Cataluña, sobre todo, es muy desagradable. En esto no me doy por sorprendido, porque el mismo día que supe el golpe de mano de los catalanes, lo dije: "los catalanes no nos han ayudado a traer la República, pero ellos serán los que se la lleven". Y en efecto, contra esta República, donde no faltan hombres de buena fe, milita Cataluña. Creo con don Miguel de Unamuno que el Estatuto es, en lo referente a Hacienda, un verdadero atraco, y en lo tocante a enseñanza algo verdaderamente intolerable.

(carta a Pilar de Valderrama del jueves 2 de junio de 1932)

sábado, 1 de febrero de 2014

EL ETERNO DILEMA

En cierta novela de Baroja, Las veleidades de la fortuna se llama, un personaje le dice a otro: "Hacer como principal norma de la existencia el pensamiento, sería condenarla a marchitarse, a secarse. La vida necesita también lo irracional, lo misterioso, lo infinito, la superstición misma..." 



Y está uno muy de acuerdo con Baroja, sobre todo en ese también, que viene a unir o a conciliar las dos caras de la vida. Porque la vida humana es esencialmente una aporía o, mejor, el hombre vive siempre aporéticamente. Razón o instinto, finito e infinito, estatismo o dinamismo, entendimiento o intuición, sincronía y diacronía... Rechazar uno de los términos del dilema para quedarse únicamente con el otro es quizá cosa más propia de doctrinarios que de imbéciles.

Toda la historia de la filosofía es el intento de examinar, de abordar este dilema eterno. Hegel, por ejemplo, intentó esta conciliación a través de su teoría de la Aufhebung o superación integradora. Más claro, o sin tanto terminacho, lo dijo Antonio Machado, cuando afirmaba que "todo es ir de lo Uno a lo Otro." Pues por eso me ha gustado el también barojiano, o el de su personaje, Paul Stolz.

Por cierto, el Casares, el diccionario ideológico de Julio Casares, define aporía como "estado de incertidumbre y duda." Pero esto sería bonita materia para otro artículo.

jueves, 16 de agosto de 2012

JUAN RAMÓN, BERGAMÍN Y MACHADO

Definitivamente, a Juan Ramón no le gustó nada el prólogo que antepuso Bergamín a la Obras completas de Machado, que publicó en 1940 para la editorial Séneca. Las relaciones de Juan Ramón con Bergamín estaban envenenadas, por lo mismo que un día fueron amistosas y estrechas. 

Tras llamar a Bergamín "prologuero de muertos indefensos" le reprocha "prologar una obra escrita casi en su totalidad antes de cualquier circunstancia social, por grave que ésta sea, y destacar casi exclusivamente esa circunstancia y su relación con la obra", pues esto supone, a juicio de Juan Ramón, "relegar casi totalmente también esta obra a un segundo plano, del mismo modo que ocurriría con una vida".

No se puede negar que esto es lo que hace Bergamín en su prólogo, aunque quizá la cercanía de la guerra, sólo acabada un año antes, le sirva de disculpa. 

Tampoco le gustó a Juan Ramón cierta comparación que hacía Bergamín entre la vida anterior del poeta y la que "disfrutó" durante la guerra:  

"No me parece acertado decir que Antonio Machado vivía antes de la guerra en cuartuchos pequeños, en los que vivían tantos que como él arrastraban su vida española; y que sólo la guerra y la muerte le ofrecían el palacio y los jardines en que él hubiera querido o debido vivir siempre (para llevárselo más a gusto de él). Esto, conociendo a Antonio Machado, tan poco necesitado de suntuosidades, me parece injusto y lijero, y más en las condiciones que traía a todos y a él una guerra de injusticia social."

Sea como fuere, lo cierto es que el mismo año que aparecía en Mexico la edición de Bergamín, se publicaba en Madrid la edición de sus Poesías completas (no lo eran) con el famoso prólogo de Dionisio Ridruejo titulado "El poeta rescatado". Dos intentos paralelos de apropiación... ¿indebida? 

En todo caso, no fueron los únicos, ni serían los últimos.

domingo, 8 de julio de 2012

DOS IMPRECISIONES DE ANTONY BEEVOR SOBRE ANTONIO MACHADO

Es lógico y natural que en una obra de estas características (*), y que no es una biografía de A. M., que Beevor no tiene por qué conocer al detalle, se deslice algún error, alguna imprecisión. Pero no por ello hemos de pasarlas por alto.


La primera que encontramos es la atribución a nuestro poeta de la presidencia de la Agrupación al Servicio de la República: "que presidió el poeta Antonio Machado", se dice literalmente (p. 27).


Que sepamos, dicha Agrupación jamás tuvo un presidente a escala nacional. El manifiesto fundacional iba firmado sólo por Ortega, Marañón y Pérez de Ayala. Resultaría muy extraño que si Machado desempeñara tan importante papel, no lo hubiese firmado también. Lo más exacto se ajusta a lo dicho por la crónica del acto de presentación en Segovia en El Adelantado de Segovia (publicada el 16 de febrero de 1931): que era "presidente de la Agrupación local al Servicio de la República".


La segunda hace referencia a la supuesta depuración de A. M.: "en mayo de 1941, la Comisión Depuradora de Madrid expulsó del cuerpo de catedráticos de instituto a don Antonio Machado, cuyos restos descansaban ya en Colliure, y no se le reincorporó hasta  el 31 de diciembre de 1981" (p. 627). Como fuente de autoridad para esta afirmación cita Beevor el libro Tiempos de Hambre. Viaje a la España de postguerra (Madrid, Temas de Hoy, 1999) de Isaías Lafuente, cuya reseña en Wikipedia puede dar la medida de su "autoridad".


Sobre lo que hubo en la falsa depuración de A. M., y sobre su aún más falsa "rehabilitación", ya dijimos cuanto habíamos de decir en una entrada anterior. A ella nos remitimos.

(*) Antony Beevor, La guerra civil española, Barcelona, Crítica, 2005

martes, 14 de febrero de 2012

CONGRESO ANTONIO MACHADO

Triptico Antonio Machado Profesores

lunes, 19 de septiembre de 2011

EL DIOS DE ANTONIO MACHADO

La idea de Dios es absolutamente imprescindible en la filosofía de Antonio Machado. Porque sin ella no se podría superar el solipsismo, que es el gran combate que arrostra Machado en el campo de la lucha de ideas propia de la modernidad.
"Dios aparece como objeto de comunión cordial que hace posible la fraterna comunidad humana. [...] Desde este punto de vista, Dios puede ser la alteridad trascendente que todos miramos. [...] Porque es allí, en el corazón del hombre, donde se toca y se padece otra otredad divina, donde Dios se revela al descubrirse, simplemente al mirarnos, como un tú de todos, objeto de comunión amorosa, que de ningún modo puede ser un alter ego -la superfluidad no es pensable como atributo divino-, sino un que es Él." (JM, XXXIII)
Y en carta a Unamuno, desde Baeza, ya escribía (en 1918):
"El amor fraternal nos saca de nuestra soledad y nos lleva a Dios. Cuando reconozco que hay otro yo, que no soy yo mismo ni es obra mía, caigo en la cuenta de que Dios existe y de que debo creer en él, como en un padre."
Machado, que rechaza las demostraciones "lógicas", aristotélicas, de Dios, cree, sin embargo, que hay un otro camino a través de los universales del sentimiento, no menos universales que los de la lógica y los de la razón. La fraternidad universal de los hombres sólo se explica por Dios, y no se explica sin Dios.

martes, 13 de septiembre de 2011

UNA INTERPRETACIÓN

"Un Dios existente -decía mi maestro- sería algo terrible. ¡Que Dios nos libre de él!"

¿Cómo cabe interpretar el famoso dictum de Machado? Creen algunos que aquí Machado está negando, rechazando, la posibilidad de un Dios... existente. Podría ser... pero no puede ser. (Y aquí me guardo, para otra ocasión, la demostración de por qué no puede ser).


Pero, ¿y si sustituyéramos la expresión "un Dios existente" por la de "un Dios evidente", es decir, la de un Dios que se imponga a sí mismo por la "evidencia" de su existencia?


Pues ocurriría que lo que Machado dice es lo que la Teología cristiana viene repitiendo desde hace siglos: que el Dios cristiano es un Deus Absconditus, que deja entera libertad al hombre para aceptarlo o rechazarlo.

viernes, 22 de abril de 2011

SECUESTRO Y LIBERACIÓN DE ANTONIO MACHADO


«La derecha no ha cesado en sus intentos de 'recuperar' a Machado», dice José Emilio García Wiedemann, profesor en Granada, o eso se desprende de la entrevista que le hacen en el periódico IDEAL de esa ciudad. Ya sé que las entrevistas las carga el diablo y cualquiera sabe si eso lo dijo el señor García Wiedermann o se lo hizo decir el periodista.
Pero la idea es de las que flotan en el ambiente, con su recurrencia y su martilleo. Una mentira repetida mil veces... El poeta republicano... Etc., etc.
Pero, entonces, por ejemplo, ¿por qué aceptó el homenaje que le dio el general Primo de Rivera tras el estreno de La Lola se va a los Puertos, dejándose fotografiar con él y con su hijo José Antonio, en noviembre de 1929? En esa fecha, su 'maestro' y amigo Unamuno se encontraba en el exilio... y Valle Inclán pasaba ese mismo año dos semanitas en la cárcel Modelo...
En fin, ¿a qué seguir?
Se podría responder a José Emilio García Wiedemann con una estupidez contraria a la suya, que la izquierda siempre ha querido tener secuestrado a don Antonio.
Pero, no. Liberemos a Antonio Machado de la izquierda como de la derecha. ¿No es hora ya de restituirlo a la entera totalidad de sus lectores, y tanto españoles como extranjeros? De verdad, ¿no es ya hora?

jueves, 4 de noviembre de 2010

LA POESÍA POPULAR, EN DOS TARDES



Mucho se ha discutido, y se discutirá, sobre la poesía popular. Si verdaderamente es popular, si existe, si no existe... Antonio Machado y Álvarez, ya a finales del siglo XIX, desenmarañaba el enredo con lucidez insólita.

Les aseguro que lo sabe explicar mejor que aquel ministro que se proponía imponer en economía en tan sólo dos tardes al mayor desastre hacendístico de la historia de España.

Pero bueno, no nos vayamos por las ramas. Se trata de poesía: popular, anónima, de autor... La única que existe.
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sábado, 3 de julio de 2010

EL DISCURSO DE LAS DUEÑAS




"Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla...”. Es probablemente uno de los versos más conocidos y citados de don Antonio Machado. Quizás porque era aquel con el que comenzaba su célebre poema Autorretrato, y que seguía “mi juventud, veinte años en tierra de Castilla”. Cuando escribe ese poema, en 1908, don Antonio aún no sabe que él no iba a morir en Castilla, y que su peregrinaje vital iba a llevarle por distintas tierras españolas -Soria, Baeza, Segovia, Madrid de nuevo, Valencia, Barcelona... - hasta sentir la acogida final y generosa de la tierra de Francia, en Colliure, donde aún descansa. Aunque en 1908 no podía saber muchas cosas que pasarían después, sí que prodigiosamente profetizó el modo de su muerte, “casi desnudo, como los hijos de la mar”.
Pero el origen de todo está en esta casa, en estos patios, donde el poeta ve la luz primera el año 1875. “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla/ y un huerto claro donde madura el limonero”... Probablemente en estos recuerdos no están contenidos sólo los de esta casa, porque la familia Machado, antes de abandonar Sevilla en busca de un más próspero futuro, que no se cumpliría nunca, residió en otras casas y patios de Sevilla: la calle de San Pedro Mártir, donde había nacido, sólo once meses antes, su hermano Manuel; la calle de las Navas, en la collación de la Magdalena; O'Donell, 22, la casa donde su padre, Demófilo, fundaría la Sociedad del Folklore Andaluz y último domicilio de la familia en Sevilla.

Pero de todos ellos, el principal, el originario sería éste del Palacio de las Dueñas, del Palacio del Duque de Alba, calle Dueñas, 3, como lo llama más propiamente Demófilo en sus cartas a Francisco Giner de los Ríos.
Con nostalgia y con cariño, Antonio Machado se referiría a esta casa de la calle Dueñas en numerosas ocasiones. A partir de 1883, fecha de su traslado a Madrid, con ocho años, Antonio Machado sentiría siempre la nostalgia del desarraigado, del trasterrado, de los que para consolarse tienen que mirar atrás y bucear en los recuerdos. En esta casa, por ejemplo, y no en otra, es donde revive el recuerdo de su padre:

Esta luz de Sevilla... Es el palacio

donde nací, con su rumor de fuente.

Mi padre, aún joven. Lee, escribe, hojea

sus libros y medita. Se levanta;

va hacia la puerta del jardín. Pasea.

A veces habla solo, a veces canta.


En una nota autobiográfica dirigida a Azorín, Machado escribe: “Nací en Sevilla el año de 1875 en el palacio de las Dueñas. Anoto este detalle no por lo que tenga de señorial (el tal palacio estaba en aquella sazón alquilado a varias familias modestas), sino por la huella que en mi espíritu ha dejado la interior arquitectura de este viejo caserón”. “La interior arquitectura....”. Sí, aquí está toda la simbología lírica de Machado: el patio, la fuente, el limonero, la tarde, el cielo recortado (los cielos que perdimos, que diría luego Joaquín Romero Murube), el jardín y, sobre todo, las galerías, que no son, como algunos han pensado, galerías subterráneas, ni mineras ni militares, ni menos aún galerías meramente soñadas e imprecisas, sino las galerías que rodean todo patio sevillano.
Y es que Antonio Machado ha refrescado sus recuerdos, nunca olvidados, en una breve visita que gira a Sevilla, acompañado de su hermano Manuel, que viene para ver a su novia, Eulalia Cáceres. Será la primera y la última vez que Antonio vuelva a Sevilla. Y será en marzo de 1898. Antonio cuenta veintitrés años. Ya no volverá físicamente nunca a Sevilla. Espiritualmente, no se habrá marchado jamás.


En esa breve visita quiere volver a ver el Palacio de Dueñas. No sabemos si efectivamente llegó a entrar en sus dependencias. Pero sí queda constancia de la profunda impresión que le causó, en un poema que publicó más tarde, en 1903, en la revista Helios con el título de “El poeta visita el patio de la casa en que nació” y que acabaría recogido en Soledades. Galerías. Otros poemas.

Es una tarde clara

casi de primavera,

tibia tarde de marzo

y estoy solo, en el patio silencioso,

buscando una ilusión cándida y vieja:


En el ambiente de la tarde flota

ese aroma de ausencia,

que dice al alma luminosa: nunca,

y al corazón: espera.

Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,

casi de primavera,

tarde sin flores, cuando me traías

el buen perfume de la hierbabuena,

y de la buena albahaca,

que tenía mi madre en sus macetas.

Que tú me viste hundir mis manos puras

en el agua serena,

para alcanzar los frutos encantados

que hoy en el fondo de la fuente sueñan...


Sí, Antonio Machado estuvo volviendo siempre, toda su vida, al Palacio de Dueñas, es decir, a su infancia. Cuenta su hermano José, cuando fue preguntado por los sentimientos y pensamientos de Antonio, que uno de ellos fue “durante toda su vida conservar en el fondo de la conciencia la clara visión de la infancia. Pensaba que conseguir este ideal era casi el milagro, ya que, para él, era el hombre una degeneración del niño, que se alejaba cada vez más como un río de la fuente de su origen.”
Sí, regresar a Dueñas, regresar a la infancia, es decir, regresar a la inocencia. Ese fue tal vez el mayor empeño de don Antonio Machado.
Por eso yo he querido o creído imaginar un don Antonio en medio de la guerra, aún en Valencia, en el año 38, donde se oye el ruido de lejanas explosiones, fumando y pensando, sentado frente al mar en una terraza de Villa Amparo, en Rocafort, y soñando de nuevo con Sevilla y con las Dueñas y su infancia lejana y perdida, en estas líneas escritas por quien les habla y con las que concluyo:

Son ojos ya cansados los que miran

la sola galería de los sueños.

Ya sus pasos se acercan, pasa adentro,

sin guarda ni cancela que lo impidan.


Fantasma es de sí mismo, y luz, y guía,

errante sombra en el vencido espejo

que regresa a las tardes del recuerdo,

las de un ayer que en oro hoy se ilumina.


Es sólo, sin embargo, su mirada

y no su bulto el que el umbral traspasa,

y alcanza el patio, encuentra el limonero,


y en la fuente, sus frutos, y la clara

canción, y las macetas de albahaca…,

y el don preclaro de evocar los sueños.


Con el poeta Víctor Jiménez, también interviniente en el acto celebrado el martes 22 de junio de 2010.


domingo, 13 de junio de 2010

VALENCIA, 1938

Para Adolfo González, que me pedía más poemas en el blog, este dístico machadiano.


SON OJOS DE MISTERIO LOS QUE MIRAN
la sola galería de los sueños.
Ya sus pasos se acercan, pasa adentro,
sin guarda ni cancela que lo impidan.
Fantasma es de sí mismo, y luz, y guía,
errante sombra en el vencido espejo
que regresa a las tardes del recuerdo,
las de un ayer que en plata se ilumina.
Es sólo, sin embargo, su mirada
y no su bulto el que el umbral traspasa,
y alcanza el patio, encuentra el limonero,
y en la fuente, los frutos, y la clara
canción, y las macetas de albahaca…,
y el don preclaro de evocar los sueños.

***

PERO LA GUERRA RUGE ALREDEDOR.
Se estremece la casa con el ruido
de explosiones lejanas. El dormido
a sus sueños dorados dice adiós.
España en feroz lucha se desangra
y su hacha le amputó amor y hermano.
No es posible mirar para otro lado,
ni hacia atrás, a un jardín que ya le amarga.
Su madre, sus hermanos, sus sobrinas
esperan de su mano la comida,
porque la guerra es ante todo el hambre.
Y el viejo se recuerda sus deberes,
los trece puntos de Negrín, urgentes,
para el periódico en el que combate.

martes, 25 de mayo de 2010

SI MI PLUMA VALIERA TU PISTOLA...



"Y se acercó sin prisa al capitán. Y cuando estuvo a dos pasos de él sacó sus documentos de identidad, se los extendió y habló.

- Capitán, soy el comandante jefe del Quinto Regimiento, el comandante Castro... ¿Quiere usted comprobarlo?

- Le conozco, comandante.

- ¿Qué ha ocurrido, capitán?

- Llegó borracho, casi cayéndose. Y cuando la guardia le pidió que se identificara, sacó la pistola y los amenazó. Sólo un milagro evitó que la guardia disparara sobre él... ¡Y está detenido, comandante!

- Capitán: la conducta del comandante Lister es injustificable; y una vergüenza para el Quinto Regimiento... Pero, estamos en un momento que debemos evitar todas las dificultades entre nosotros... ¡De usted para mí, Lister ha cometido un acto vergonzoso! Pero, públicamente, yo no puedo consentir que un comandante del Quinto Regimiento esté detenido como si fuera un forajido... ¿Me comprende, capitán?

- ¡Que traigan al comandante Lister!

Y llegó Lister. Lo traían dos de sus escoltas sujetándole por los brazos... Y llegó ante Castro y Cuartero...

- Cabrones... ¡Detenerme a mí!... ¡¡A Lister!!... ¡A Enrique Lister!... Voy a acabar con todos ustedes, a tiros... ¡Por perros fascistas!...

El capitán Cuartero estaba pálido.

Y hacía un esfuerzo terrible por dominarse.

La guardia estaba preparada para disparar pronto.

Castro se acercó a Lister... Se puso delante de él... Y le miró... Y le miró no com
o un comandante a otro comandante... ¡Le miró con los ojos del Partido!... Y le habló con el lenguaje del Partido.

- Camarada Lister: has cometido una grave falta, mejor dicho dos faltas graves: venir borracho en acto de servicio y faltar el respeto a la guardia, llegando hasta amenazarla con disparar sobre ella... Para cualquier comandante sería grave, para el comandante Lister, para el camarada Lister es gravísimo...

- Es que estos ca... bro... nes...

- Saluda, Lister.

Y Lister se llevó torpemente la mano al gorro. Y con el movimiento se tambaleó. Y los que lo sostenían le agarraron con ambas manos."

.......

(Enrique Castro Delgado, Hombres made in Moscú, Barcelona, Luis de Caralt, 1965, pp. 328-329)

Pobre Líster, pobre Machado, pobre Castro y... pobre España.


*** El capitán Cuartero era esa noche el jefe de la guardia del Ministerio de la Guerra.