LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle
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jueves, 9 de enero de 2014

AY, MUNDO

El mundo no tiene arreglo,
porque el hombre no lo tiene.
Sin saber adónde va,
ignora de dónde viene.

sábado, 9 de febrero de 2013

DESPRENDIDO

Hace unos días, revolviendo papeles y carpetas viejas, encontré este esbozo de poema, quiero llamarlo así, desprendido de una de ellas, y fechado el 9 de septiembre de 2003. Muy alegre no es que sea, pero, en fin, va:


La luz engendra sombras,
la muerte es la otra cara de la vida.
¿Cuánto hace que sabemos
la más cierta de todas las verdades?
Las sombras son las hijas de la luz,
la vida se alimenta de la muerte.
Retirado en su estudio un hombre vive,
esperando en silencio,
de soledad rodeado,
atento a recoger los giros de las sombras,
las voces que a los muertos da la vida,
el hilo en que se anudan y entretejen
vidas, sombras, luces, muertes.

jueves, 9 de agosto de 2012

PENSAMIENTOS DE VERANO


EL DIABLO



SON las lentas mañanas de mi infancia.
Voy de las musarañas a las musas,
fantástico poeta fantasioso,
aunque aún confunda musa y musaraña.

Y estoy siguiendo el vuelo de ese diablo
que se mece en el aire y en la luz,
con su flotante y blanca cabellera.

Era, sí, la pelusa del vilano,
ese ave breve de la flor del cardo.

Hoy también me entretengo con el diablo,
que divaga en el aire, sin propósito,
en un alto que doy en mi jornada.
Más que en musas me enfrasco en musarañas,
en el vilano que se lleva el viento...

Ya abandoné más altas fantasías.

martes, 7 de agosto de 2012

MEMENTO

Nos moriremos todos algún día.
Y la fecha en un sobre lacrado está ya escrita.

Certeza de esa muerte guíe siempre tu vida.
Mas no por eso digas adiós a tu alegría.

jueves, 2 de agosto de 2012

LA CERTEZA


La sensación molesta, tal vez algo culpable,
de haber perdido trenes,
de haber subido a otros que ignoraba su punto de destino,
de haber gastado tiempo, vida, libros
en humo, fantasías, musarañas.

La torpeza, la apatía, la timidez.
Hay alguien de quien pude ser amigo
y no lo fui.
Una ciudad que aún no me conoce,
donde podría haber sido feliz.
Unos labios que hasta mí se acercaron anhelantes
y que yo no besé.
Unas páginas que imaginé y luego no he escrito,
ni podré ya escribir.
La voluntad que muere cada tarde.
La desgana de cada amanecer.

La sensación
de aún seguir buscando
—sin encontrarlo nunca—
lo que más me importaba.

viernes, 20 de abril de 2012

POEMA DE AMOR CON CREMA DE LANGOSTA



“¿Y por qué no me escribes un poema de amor?”

“Todos los temas, todos los asuntos,
la guerra, la política, el feroz
huir del tiempo, la muerte y el deseo…
pero nunca el amor, porque el amor
apenas necesita de palabras
y si las usa suelen sonar cursis,
empalagosas cuando no ridículas.
¿Cómo hablar de un amor sin que se manche?”

Y no muy convencida, me parece,
vuelve a la sopa y vuelve a su silencio
como yo vuelvo al mío y a sorber
el marino sabor de la langosta.

Pero no quiero ser ningún ingrato,
y ahora al mediodía le coloco
debajo de su plato este poema.

                               Hoy hay lentejas.       

martes, 29 de noviembre de 2011

lunes, 22 de agosto de 2011

CÓMO SE ESCRIBE UN POEMA (O NO)

Este es el borrador de un poema, perteneciente a mi libro Una nueva derrota (de próxima aparición en Renacimiento), que finalmente ha quedado así:
 
DE BATALLAS PERDIDAS



LAS verdades, si son, son como puños,

y te golpean duro y en la cara.

Cuando joven, resistes, contraatacas.

A los puños respondes con los puños...



Las verdades, si son, son como puños.

Vanamente has luchado en contra de ellas.

Tu vida, derrotada, ahora es más cierta.

Aunque gire, por fuera, ajeno, el mundo.



viernes, 10 de diciembre de 2010

MATANDO EL GUSANILLO


ARACNE



Su altivez ya no existe.
Come para tejer,
teje para comer.
¿Diferencia la araña
estas sus dos tareas?
¿Intuye que lo uno condena es de lo otro?

Ha plantado su reino en las esquinas
oscuras del silencio y el olvido.
Lo más lejos posible de nosotros.
Lo más lejos posible de los dioses,
que un día decretaron su castigo.

Y continúa tejiendo por comer
y, siempre vigilante –su orgullo ya no existe–,
comiendo por tejer telas de un sueño
que sabe ya imposible para siempre.

viernes, 1 de octubre de 2010

A LA PAPELERA

EL HILO DE LA VIDA




¿De qué depende el hilo de la vida?


De diez minutos más en la ambulancia.
Del alcohol inexperto y barato
que una noche de viernes se estrella contra ti.
O de que el cirujano
o la enfermera o el anestesista
no logren ese día la atención o el acierto
que su currículo demuestra que poseen
sin género de dudas.


De que alguna molécula,
que alguna proteína,
algún extraño nombre bioquímico
se subleven en contra de su dueño.


Y tampoco es tan raro
que cuchillo o revólver
se le vuelvan sinónimos a alguien
de la palabra amor, de la palabra odio.
De que en el cálculo
frío de probabilidades
decida la estadística que tú eres su cifra.


Todavía más claro lo dijeron los griegos,
que temían
a no sé qué tijeras caprichosas
en manos de unas tipas algo locas.


(jueves, 21 de junio de 2001)

martes, 17 de agosto de 2010

POEMA FONOLÓGICO

EL paso de los días.

El peso, el piso, el poso de los días.


Lo que este día puso,
 

y es un día cualquiera,

de distinto en mi vida.

jueves, 11 de marzo de 2010

CAÍN Y ABEL (Madrid, 11 de marzo)




Caín encuentra siempre su camino,
quijada, piedra, tósigo o pistola,
carta, raíl, teléfono, mochila,
hasta la espalda de los inocentes,
en el vilo inseguro de sus vidas,
hasta la nuca y pecho de su víctima,
donde siembra de mal y muerte el campo
que aún tan rico de frutos se esperaba,
porque del inocente es siempre la esperanza.

Todos suben al tren, el mismo tren,
pero Caín ya sabe su destino
y también el de Abel, que lo ignoraba.
Caín abraza el mal y mata, es todo,
y sigue siendo todo aunque Caín
con otro nombre y traje se disfrace.
Caín alega siempre su pobreza,
su escaso fruto, el mérito negado,
y nombra idea lo que fue delito.

Muy breve es la lección: el mal existe,
y existe por sí mismo y porque quiere.
Pero ocurre que a veces preferimos
la cómoda ceguera que lo niega,
la cesión, el olvido y el silencio,
la cómplice y unánime estampida,
el atajo que pierde a los que huyen
y en estatuas de sal los petrifica.


(La primera versión de este poema apareció en el libro Madrid, once de marzo, publicado en la editorial Pre-Textos en 2004, y coordinado por Eduardo Jordá y José Mateos)

viernes, 26 de febrero de 2010

ANDALUCÍA (3ª edición)

Las que ayer fueron reinos, y hoy provincias,
fundidas, confundidas, yuxtapuestas
del Estatuto en letras indigestas,
unidas hoy van, como con pinzas.

Oriente y Occidente, y Alta y Baja,
para nombrarte don Manuel Machado
te compuso un poema bien mechado,
que era más bien rosario que baraja.

Y, sin embargo, y tópicos aparte
—tras la siesta y la fiesta, tras el oro-
pel del cante (reja y queja), tras el moro

de la leyenda—, hoy me ocurre encontrarte
en tu nombre que junta, aunque no suma,
como el mar que dispara y alza espuma.


(soneto perpetrado in illo tempore como ejercicio de Retórica, ahora revisado con motivo de la "efemérides")

viernes, 19 de febrero de 2010

Yo, el Otro




Yo sé que yo no soy tú,

que tampoco tú eres yo.

¿De dónde saldrá este hilo

que enfrenta y une a los dos?

lunes, 8 de febrero de 2010

Poemilla llamado no sé cómo



Se me rompió la luz de las tinieblas.

Era vana esa luz.

Yo creía en la Historia.

Que tenía sentido.

Ya sólo creo ahora

en el Apocalipsis

y en la Parusía.

viernes, 31 de julio de 2009

Humor y haiku

Nieve en las cumbres.
Pintada en tu abanico,
cuánto sofoco.

*

Polvos de arroz
sobre tu cara rosa.
Nieve en la hoguera.

*

Ya no se escriben
los haikus en Japón.
Sino aquí en Coria.

martes, 30 de junio de 2009

Las servilletas de La Carbonería (3)

[Julio Romero de Torres, La consagración de la copla, 1912]


La pena me mata.
Saber que te quiero y conocer que eres
una mujer mala.

*

El sol y la luna
y las estrellas que hay en el firmamento
en la risa tuya.

*

Me acuerdo de ti,
y cuando me acuerdo me acuerdo también
de lo que es sufrir.

*

Dame tú la droga
que a mí me mantiene vivo en esta vida,
y dámela ahora.

*

Ciérrame los ojos,
por Dios te lo pido, que tú me los cierres
con tus labios rojos.

*

Cuando pienso en ella,
para no volverme loco voy y pienso...
en otra cualquiera.

*

Macetas de albahaca,
cómo me acuerdo de las de mi madre
cuando las cuidaba.

*
Un camino llevo
tan largo, tan largo desde que nací...
¡y nunca me encuentro!

*

Es Andalucía
guitarra que canta, guitarra que llora,
pena y alegría.

*

El sol cuando sale
no alivia mis penas, si acaso les pone
esta luz granate.








jueves, 25 de junio de 2009

Las servilletas de La Carbonería (2)

Para José María Jurado, con permiso


La verde rama
en el estanque engaña.
¡Chop! Era rana.


(Esto propiamente no sería un haiku, sino un parohaiku. El parohaiku es la autoparodia del haiku, o así)

viernes, 5 de junio de 2009

Donde no resuelvo el ejercicio propuesto en la entrada anterior

Bueno... la experiencia ha resultado ser, al menos para mí, de lo más curiosa.

Propuse en esa entrada un ejercicio, o juego, o prueba, y lo primero, claro, es daros las gracias a todos los que habéis participado.

En realidad, el juego se centraba en una indagación en el triángulo poeta-poema-lector. En principio, parecería que cada ángulo se corresponde. Pero no siempre es así. El poeta busca, quiere, se propone una cosa. Esa cosa tendría que ser el poema, que reflejaría la intención del autor, que sería perfectamente captada y comprendida y compartida por el lector. Tres ecuaciones sin mayor problema. ¿Sin mayor problema?

Bien. Lo que yo quería tratar en "El inmortal" es el tema del escritor o artista (por eso el poema se llama "El inmortal", como a veces se habla del "inmortal Cervantes", etc.) que sacrifica la vida, y su vida, a su obra, pero además de una forma mórbida, pensando sólo en la fama, en la posteridad, en la imagen, en lo que quedará... Este fenómeno se produce típicamente con el artista moderno, de gran repercusión mediática, porque en épocas anteriores era un caso desconocido, salvo excepciones.

En este caso, el protagonista se da cuenta, pero quizás demasiado tarde ("he tardado en saber...") y además ya no puede escapar de ese destino. Por eso es un cadáver (el artista) que trabaja para otro cadáver (su fama póstuma). El poema pretendía ser una crítica de la falsa inmortalidad del artista moderno, de esa obsesión por no ser anónimo ("El fracaso es el anonimato", le oí decir hace poco a uno). Y, por supuesto, en mi intención, nada de quevedesco ni de fugacidad de la vida.

Pero es evidente que no he logrado transmitir eso, y que el poema resulta demasiado críptico o no define ni precisa bien el tema. No debe de estar bien hecho. Mi poesía aspira a la claridad, sí, pero se ve que no siempre lo consigo.

Aunque bien pudiera ser que lo que yo quiero decir no sea lo mismo que lo que el poema dice, ni tampoco igual a lo que los lectores leen. Porque ya digo que este triángulo es bastante problemático.

Así que os concedo a todos un notable alto, y a mí me otorgo un suspenso. Espero aprobar en septiembre.