El historiador tiene ante sí un depósito inmenso de hechos, personajes y episodios. ¿Qué hará con ellos? ¿Cómo los colocará en las páginas de su libro? Del modo como los coloque dependerá la historia. Porque la historia no es más que la subordinación de unos elementos a otros en el curso del tiempo. La sensibilidad del historiador juagará un papel importante en la obra. El fugitivo y efímero humor decide a veces. El humor que el historiógrafo tenga en tal o cual día -el día en que escriba acerca de Felipe II, por ejemplo- decidirá que Felipe II, en el conflicto con su hijo don Carlos, sea un padre cruel o un político prudente. El historiador no puede desasirse de sí mismo. El historiador, como el poeta, como el filósofo, como el político, está siempre consigo mismo. No puede ser otro que él mismo. Y lo que hace su desgracia hace al mismo tiempo su grandeza. Porque la historia se hace, en último término, gracias a la individualidad del historiador.
LA FRASE
Sir Arthur Conan Doyle
domingo, 23 de septiembre de 2012
¿SERÁ ASÍ, VERDADERAMENTE?
miércoles, 1 de agosto de 2012
OTRA IDEA DE LA HISTORIA
"Los acontecimientos no son sucesivos sino contemporáneos de manera absoluta; contemporáneos y simultáneos, y es por esta razón por la que puede haber profetas. Los acontecimientos se despliegan bajo nuestros ojos como una tela immensa. Sólo es nuestra visión la que es sucesiva."
A la idea moderna de la diversidad entre las épocas de la historia -comenta Béguin- , opone la noción de las edades sucesivas consideradas como simples traducciones, diferentes pero acordadas, del mismo hecho único, eterno, perpetuamente actual.
lunes, 25 de junio de 2007
sábado, 23 de junio de 2007
Narratología
«Cuando el historiador sabe lo que ha ocurrido, ya sabe por qué ha ocurrido».
(Robin George Collingwood: The Idea of History, Oxford, 1946, p. 214. Hay traducción española en FCE).
[Addenda: en la edición española citada la traducción es la siguiente: "Cuando sabe lo que ha sucedido, sabe ya por qué ha sucedido.", p. 210]
miércoles, 20 de junio de 2007
Un republicano en el Trono de España: solución
Y es que el año que viene, además del centenario del Cantar de mío Cid, se conmemorará también el doscientos aniversario de la Guerra de la Independencia.
martes, 19 de junio de 2007
Un republicano en el Trono de España
Lo que me callo hoy es el subtítulo de dicho libro, o sea, el nombre del personaje.
¿Lo adivinan? En cualquier caso, no se preocupen, que mañana lo diré.
Mientras tanto, un poco de suspenso... (que es como decía Azorín que se debía decir suspense).
viernes, 15 de junio de 2007
El mito de la democracia incruenta
"Llevamos varias décadas sufriendo las brutales consecuencias del terrorismo, sufriendo sus extorsiones y amenazas. Hoy las seguimos soportando."
Sí, la democracia española era y es una democracia vigilada, pero no por el Ejército, como se ha visto, sino por la banda criminal.
Y las brutales consecuencias no son sólo las directas, muertos y heridos, sino las indirectas, que son en realidad las buscadas, las políticas.
El título octavo es ya una primera concesión política a la banda de las pistolas. Unos mueven el árbol... La banda, en realidad, actúa como delantero del equipo nacionalista. Y no sólo del vascongado, sino de todos los demás.
Por eso está de más el voluntarismo miope:
"Treinta años de democracia son ya muchos para dejar claro, una vez más, que la violencia terrorista nunca conseguirá sus objetivos."
Ojalá fuera cierto.
No los habrá conseguido aún todos, pero sí ya bastantes. Los suficientes para mantener su sórdida esperanza. Ahí está Navarra, ya casi al alcance de la mano. Ahí el nuevo Estatuto de Cataluña.
Las víctimas no son las víctimas de un accidente. Son los mártires de la democracia. Es su sangre la que mantiene viva lo que nos queda de democracia.
lunes, 11 de junio de 2007
Himnos
Y mi opinión es que la Marcha Real puede pasar perfectamente sin letra. Yo ya me conformaría, ya, con que la gente, me refiero a los civiles, lo escuchara en posición de firmes y con actitud de respeto.
Las letras de los himnos son casi todas bastante discutibles. Piénsese en la Marsellesa, que es una invitación al derramamiento de sangre (francesa, además) o en ese en que se nos anima a los andaluces a levantarnos y pedir tierra y libertad.
Ahora, si los poetas o las sociedades quieren poner letra, no hay inconveniente. Con tal que no sea oficial.
En España nunca hemos podido o sabido tener letras oficiales. Creo que ni el himno de Riego llegó a tener una que fuera la oficial (no estoy seguro). La Marcha Real nunca tuvo letra. Aunque hubo poetas que se la pusieron. Marquina o Pemán. No tuvieron éxito. En el colegio lo que cantábamos, trabucando a Pemán, era:
Viva España,
tres kilos de castañas
y un real de sal...
Letra de Eduardo Marquina:
Gloria, gloria, corona de la Patria,
soberana luz
que es oro en tu pendón.
Vida, vida, futuro de la Patria,
que en tus ojos es
abierto corazón.
Púrpura y oro: bandera inmortal;
en tus colores, juntas, carne y alma están.
Púrpura y oro: querer y lograr;
Tú eres, bandera, el signo del humano afán.
Gloria, gloria, corona de la Patria,
soberana luz
que es oro en tu pendón.
Púrpura y oro: bandera inmortal;
en tus colores, juntas, carne y alma están.
Letra de José María Pemán:
¡Viva España!
Alzad los brazos, hijos
del pueblo español,
que vuelve a resurgir.
Gloria a la Patria que supo seguir,
sobre el azul del mar el caminar del sol.
¡Triunfa España!
Los yunques y las ruedas
cantan al compás
del himno de la fe.
Juntos con ellos cantemos de pie
la vida nueva y fuerte de trabajo y paz.
miércoles, 6 de junio de 2007
Otro PSOE es posible
El Secretario general del PSOE, también.
(El título de la entrada señala la hipótesis; el cuerpo de la entrada, el sistema de verificación).
miércoles, 28 de febrero de 2007
El musulmán Blas Infante, declarado "Padre de la Patria andaluza"
Como es un tanto extenso, entresaco este párrafo para los que tengan prisa:
"Es un hecho que Blas Infante se hizo musulmán, de modo público, el 15 de septiembre de 1924. Blas Infante, desde su condición de joven notario de Casares, fue introduciéndose cada vez más profundamente en lo que él vendría a llamar «Cultura de Al-Andalus». Pero no sólo aprendió la lengua árabe, a la vez que lee la obra de Ribera y Tarragó, Asín Palacios, Dozy, &c., y estudia en 1921 la historia de Al-Mutamid, el rey poeta de Sevilla y de Córdoba, escribiendo el drama Motamid, último rey de Sevilla; sobre todo, según el informe de la Yama'a Islámica de Al-Andalus, el «joven» notario experimentó una «metamorfosis espiritual», por la que «resultaría abducido por el universo andaluz», y no conformándose con una mera actitud especulativa, comienza a preparar un viaje, en el cual, «convirtiéndose en protagonista de su drama teatral», Blas Infante se acercaría a la tumba de Al-Mutamid, en Agmhat (lugar cercano a Marrakech).Y es allí cuando Blas Infante hace la Shahada, en una pequeña mezquita de Agmhat, adoptando el nombre de Ahmad («el que pone en acto lo que estaba en potencia», según el parecer de Ibn Arabí). Los testigos del acto por el que Ahmad Infante se reconocía musulmán fueron dos andalusíes nacidos en Marruecos, y descendientes de moriscos: Omar Dukali y otro de la kabila de Beni-Al-Ahmar."
sábado, 18 de noviembre de 2006
Revolución francesa
Revolución francesa: una orgía de sangre y, sobre todo, un alto muladar de mentiras.
Además de la cuchilla de Monsieur Guillotin, su mayor aportación a la historia universal de la infamia fue el descubrimiento del uso alternativo del lenguaje. O sea, el hábito de disfrazar con bellas palabras realidades nauseabundas.
Libertad, igualdad, fraternidad.
Precisamente para ocultar que en adelante no habría verdadera libertad, ni verdadera igualdad, ni verdadera fraternidad.
La Revolución francesa desgarró el corazón de Europa. Peor aún, le trepanó el cráneo, para inficionarle los sesos so pretexto de curárselos. A consecuencia de esas heridas Europa se arrastra en una larga decadencia, en una agonía interminable.
Libertad, igualdad, fraternidad. Es tan sólo la historia de un equívoco.
De una mayúscula equivocación.
Como escribió Juaristi, nuestros padres mintieron, eso es todo.
(Y esta nota de hoy no va por Ségolène Royal, que quiere ser presidente, sino por alguien que ya lo es, para nuestra desgracia).