LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

jueves, 29 de marzo de 2012

ANTE UN LIBRO INTONSO


Tengo ante mí un libro intonso. Aunque, en realidad, no se trata de un libro, sino de un opúsculo, según entreveo en el colofón de sus apenas treinta páginas. Mi primera reacción es desbarbarlo para poder leerlo. El asunto de este libro, u opúsculo, me interesa mucho. Pero, ¿lo abriré?

El libro, u opúsculo, se titula El artículo como fragmento, y se publicó por primera vez en 1955. Desde entonces, este ejemplar ha permanecido intonso, es decir, no lo ha leído nadie.Ya no se hacen libros intonsos. ¿Lo conservaré así, intacto, como una reliquia? ¿Qué derecho tengo yo a profanar su virginal entereza?

Pero el caso es que me importa mucho el leerlo. Puede que el autor esboce una sugestiva teoría del artículo. Sobre el género artículo abundan las intuiciones y las divagaciones; ahora, teorías, no conozco yo ninguna. Entonces, ¿lo abriré o no lo abriré? Por un lado, está el libro como objeto. Por otro, su contenido. ¿Por qué me decantaré?

La solución, en la próxima entrada.


martes, 27 de marzo de 2012

HOY, EN SEVILLA, BENÍTEZ ARIZA


Espléndida oportunidad, hoy, de escuchar a José Manuel Benítez Ariza, en Sevilla. Será a las ocho de la tarde en la Biblioteca Infanta Elena.

miércoles, 21 de marzo de 2012

ACERCA DE LA ANALOGÍA O IDENTIDAD DE SABIDURÍA Y SENTIDO COMÚN


«…esa sabiduría popular, a la cual los filósofos dignos de su nombre testimoniaron siempre un justificado respeto, se confunde en realidad con el sentido común.»
p. 92

«Donde el sentido común tiende a desaparecer, no se puede dejar de pensar que la sabiduría misma está destinada a perderse, o por lo menos a convertirse en el atributo de una ínfima minoría.”
p. 93

«… el sentido común no es quizás, en último análisis, de esencia absolutamente diferente de la sabiduría.”
p. 93

Gabriel Marcel, “El estallido de la noción de sabiduría”.

domingo, 11 de marzo de 2012

CAÍN Y ABEL (VIEJA HISTORIA NUEVA)


(Madrid, 11 de Marzo)


Caín encuentra siempre su camino,
quijada, piedra, tósigo o pistola,
carta, raíl, teléfono, mochila,
hasta la espalda de los inocentes,
en el vilo inseguro de sus vidas,
hasta la nuca y pecho de su víctima,
donde siembra de mal y muerte el campo
que aún tan fértil en frutos se esperaba,
porque del inocente es siempre la esperanza.

Todos suben al tren, el mismo tren,
pero Caín ya sabe su destino
y también el de Abel, que lo ignoraba.
Caín es malo y mata, eso fue todo,
y sigue siendo todo aunque Caín
con otro nombre y traje se disfrace.
Caín alega siempre su pobreza,
su escaso fruto, el mérito negado,
y nombra idea lo que fue delito.

Muy breve es la lección: el mal existe,
y existe por sí mismo y porque quiere.
Pero ocurre es que a veces preferimos
la cómoda ceguera que lo niega,
la cesión, el olvido y el silencio,
la cómplice y unánime estampida,
el atajo que pierde a los que huyen
y en estatuas de sal los petrifica.

Caín sigue viviendo entre nosotros.
Muriendo cada día sigue Abel.
Cada día, nosotros elegimos
entre la indiferencia, el bien o el crimen.

miércoles, 7 de marzo de 2012

LA CRÓNICA


Enrique Baltanás: “Todos tenemos nuestra historia personal con el tabaco, hasta los que no han fumado nunca”


Exhaustivamente diseccionada, magistralmente presentada y dibujada hasta los últimos perfiles por el también escritor José María Jurado, la novela ‘A punto de dejarlo’ trajo ayer de nuevo a Sevilla a Enrique Baltanás (Alcalá de Guadaíra, 1952). Invitado por el Centro Andaluz de las Letras, el profesor y traductor presentó su nueva incursión en la novela con esta historia de segundas oportunidades, envuelta en el humo de los cigarros que “han marcado la vida de todos los que nacimos en el siglo XX”.
“Las personas se dividen en fumadores, ex fumadores y no fumadores. Todos tienen una historia personal con el tabaco, aunque no hayan fumado nunca, porque conviven con gente que sí lo hace o lo ha hecho. Y porque el tabaco está en la vida cotidiana nos guste o no. Además de un problema, sanitario y fiscal, es también un tema de conversación, uno de esos tópicos a los que recurrimos cuando no sabemos de qué hablar”. Así definía ayer el escritor y traductor Enrique Baltanás su última aventura narrativa, ‘A punto de dejarlo’ (Paréntesis Editorial), que congregó en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla a un nutrido grupo de amigos escritores, en torno a la recurrente metáfora nublosa del humo de un cigarro.
Poetas como Juan Lamillar y Jacobo Cortines y traductores como Antonio Rivero Taravillo asistieron divertidos a la presentación de un libro que sin embargo es, según palabras de su presentador, “una novela seria y a veces dura”, cuya prosa se lee “con la ansiedad con la que debe fumarse un cigarrillo” y cuyo consumo “beneficia seriamente la salud”. Con este juego de palabras como hilo conductor de su presentación, Jurado continuó argumentando que, dentro de la historia hay “momentos muy líricos y prosa de altos vuelos”.
“Pienso que hay en ‘A punto de dejarlo’ varias novelas –prosiguió el presentador-: primero un tratado sobre las adicciones; por otro, un protolibro que nos deja un personaje muy interesante, un médico que ofrece detalles sobre la historia del tabaco, la Fábrica de tabacos de Sevilla y la relación entre tabaco y literatura, es decir, una novela histórica muy interesante; también un libro de autoayuda, motivador para todos los que hemos nacido en el siglo XX y fumen, porque la única verdad del tabaco es su adicción; y por último, un retrato de la Transición y la Universidad de Sevilla, una fábrica de tabacos atragantada en el centro de la ciudad. Al leerla uno siente a veces que la Universidad no ha sido más que una fábrica de humo”, terminó el presentador.
Sin embargo, y a pesar de todo, Enrique Baltanás comenzó su intervención asegurando que ‘A punto de dejarlo’ no es una novela a favor o en contra del tabaco porque el tabaco es “lo de menos”. Simplemente, es “el hilo conductor para contar una historia”. Asimismo, quiso el autor resaltar que su novela pretende ser también “un homenaje a Sevilla, la primera ciudad europea donde se fumó, con la mayor planta industrial de Europa en el siglo XVIII. Pero no es una novela de sevillanía ni presenta a una Sevilla complaciente”, quiso aclarar.
Y a modo de colofón, Baltanás sintetizó que su novela presenta la relación del tabaco con el protagonista, Julián Arjona, para el que fumar “es una metáfora de lo que ha sido su vida: humo. Busca una segunda oportunidad para alcanzar una vida sin humo, sin adicciones. ¿Lo conseguirá?”, se interrogó el autor, que finalizó la presentación con la lectura de un fragmento demoledor: “El tabaco te enseña a morir porque tú participas de tu propia muerte. Fumar le da a la muerte algún sentido y, si se lo da a la muerte, de alguna manera se lo da también a la vida”.

Una crónica de Amalia Bulnes (Fotografía: Antonio Acedo)

jueves, 1 de marzo de 2012

HUMOS Y AFORISMOS

Los aforismos de Ramón Eder en Diario Vasco. (y Ramón, por supuesto, con su cigarrillo en la mano...)

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Mi novela ya echa humo...