LAS palabras de C. S. Lewis, en la entrada anterior, en favor de la lectura directa de los textos, de la experiencia estética personal, como método de aprendizaje, y de enseñanza, de la literatura, son, le parece a uno, indiscutibles. Y además muy oportunas, ahora cuando el vicio que él denunciaba se ha convertido ya en una plaga que apesta nuestras universidades e institutos.
Pero, como toda verdad, es según y conforme. La verdad es verdad si se dan ciertas condiciones y se cumplen ciertos requisitos y presupuestos. Así que, admirado señor Lewis, sic et non. Aunque más sic que non.
Porque, admitiendo el principio, habría que considerar también que:
1) El texto no es sólo el texto, sino la historia de las lecturas de ese texto a través del tiempo. ¿Cómo prescindir de las interpretaciones del Quijote, que tantas cosas nos revelan, por activa o por pasiva, de ese libro genial?
2) Puede que el estudiante deba hacer, primero de todo, esa lectura directa, inocente, personal, la verdaderamente literaria, pero eso es algo que ya no puede permitirse el profesor, que está en la obligación de conocer "la bibliografía".
3) Los textos "dialogan" entre sí, y uno nos lleva a otro. Incluso de crítica (y aquí habría que distinguir muy bien entre lo que es verdadera crítica y lo que es simplemente "basura curricular").
Pero, con todo y con estos reparos y matizaciones, hay que reconocer que el señor Lewis tiene más razón que un santo. Sic, non, pero... amen.
CODA PARA IRENE JANSEN
Créame que el comentario dejado en la entrada anterior, rompiendo por una vez y sin que sirva de precedente, su silencio, me ha emocionado.
Primero porque el elogio o el agradecimiento no son frecuentes hoy. Generalmente el elogio, o lo que pasa por tal, no es más que una sabia administración del propio interés. Y no ha sido éste su caso.
Segundo porque en esta profesión es raro ver los resultados, que no están en los exámenes, no, sino en la vida, y quizá pasado cierto tiempo. Saber que uno ha podido ayudar a alguien a aprender algo resulta siempre reconfortante.
Y tercero, por qué no decirlo, porque me gusta saber que tengo lectores. ¡A veces lo dudo!
Y ya la dejo a usted en la paz de su silencio, oh desconocida, oh no recordada, ay, Irene Jansen.
6 comentarios:
Aquí otro lector, con su cuarto a espadas...
Una idea, tal vez, escéptica: ¿qué son los textos directos? Porque El Quijote ya es una lectura de una tradición. Posiblemente el único "texto originario" sea el Fiat lux...
Hola Enrique:
Oye, supongo que lo que has dicho es coquetería, pero estoy seguro que muchos te leen. Y si no es así, deberían hacerlo.
En cuanto a la crítica, a veces la exégesis es mucho más delirante y divertida que la palabra que la origina. Como muestra el botón de los comentarios de un blog.
Por cierto, a mí también me gusta Bloy, sobre todo En Tinieblas y, vaya, Exégesis de los lugares comunes.
www.eldiariosinnombre.blogspot.com
Creo que dejó dicho Cabrera Infante que, ante una película, solo se podían decir dos cosas: "me ha gustado" o "no me ha gustado", y que el resto era ya literatura. Si no lo dijo C.I., disculpen, pero es que cito de memoria.
Querida Irene Jansen: el ratón de mi portátil es tan escurridizo, o yo soy tan manazas, que al intentar moderarlo, su comentario ha sido rechazado en vez de publicado. No importa. En cualquier caso sepa que lo he leído y que se lo agradezco. La próxima vez que nos crucemos, dese a conocer. Que yo pago la ronda.
Otros dirán sus versiones de la historia. Algunos interpretarán dichas versiones. Unos pocos reescribirán lo escuchado. Mientras los demás esperarán verlo publicado.
http://www.escritores.org/taller/hipernovela.htm
...pues no soy copión, pero después de leer las palabras de C.S. Lewis (más conocido para mí por las referencias a él en libros de y sobre Tolkien que por haberlo leído, aunque tengo una obra pendiente en mi casa y una trilogía en la librería esperándome)´, y haberlas reflexionado, y finalemente tras haber leído las palabras de la comentarista Irene, he llegado a una conclusión, y es que leer este blog merece la pena.
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