LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

jueves, 24 de enero de 2008

Nervo y el consonante

DE la semblanza de Amado Nervo escrita por Luis Alberto Sánchez me interesa todo, porque La amada inmóvil fue el primer libro de poemas que leí, y desde entonces soy devoto de Nervo, pero sobre todo me llama la atención este poema, que no conocía, titulado "Consonante":

Consonante, redoble pueril, murga liviana
que hace a todos los simples salir a la ventana;
obstáculo invencible del prócer pensamiento;
artificio feudal de juglaría; viento
que impide oir los ritmos llenos de aristocracia
(para el amor platónico, fórmula de eficacia
segura); cascabel de saltimbanqui; treta
que de tantos ingenios es la sola receta;
canutillo sonoro, lentejuela esplendente;
imposible dejarte. Soy tu forzado, siente
mi pie tu plomo esférico, tu pesada cadena.

Larga es la controversia entre los poetas partidarios de la rima y los del verso blanco (Jovellanos, por ejemplo). Pero también, entre los que optan por la rima, están los que prefieren la consonante y los que se decantan por la asonante.

Nervo, a menudo acusado de facilidad y de melodía excesiva, hace aquí un airoso ejercicio de lo que pudiéramos llamar "poesía metamétrica", un género que daría para recolectar una abundante antología.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con un redoble pueril
y liviano soniquete
hoy aplaude ESPINELETE
no diez veces, sino mil.
Al lado del campanil,
qué bien suena la campana...
Ante la murga liviana
y el artificio feudal
quede, simple y muy jovial,
otro tonto en la ventana.

Esta anécdota es real. En cierta ocasión visité un bello pueblo de Extremadura y tuve ocasión de conocer a su cronista y erudito oficial. Era un simpático anciano que me confesó que su proyecto estelar era escribir la historia de su pueblo, de la que era admirable conocedor, en quinientas cuadernas vías o tetrástofos monórrimos. Me hizo tanta gracia que le pregunté si no era un empeño baldío y era mejor escribir la historia de su pueblo en doscientas páginas y con carácter divulgativo. Me miró entonces con desprecio, asomando los ojillos por encima de las gafas bifocales y me dijo encogiéndose de hombros: -Pero, hombre... ¿Eso qué mérito tiene? Viva la rima. Baltanás. Podrías hacer esa antología de poesía meamétrica. Es una idea fantástica.