LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

sábado, 12 de julio de 2008

Pérez de Ayala, ¿liberal?


Para mí, vamos, para cualquiera, el liberalismo es una doctrina política que afirma que el Estado debe reducirse a sólo tres competencias (defensa y seguridad, administración de justicia y política exterior) y una doctrina ecónomica que sostiene que la riqueza se crea y se distribuye más y mejor mientras más libres sean los particulares para producir y vender y mientras más se respete, por consiguiente, la libertad de mercado y la propiedad privada.

Pero en España se ha solido confundir el liberalismo con la masonería, el anticlericalismo o el radicalismo.

Intelectuales liberales ha habido en España muy pocos. Y algunos que pasan por serlo no lo fueron en realidad.

Parecía que en Ramón Pérez de Ayala íbamos a encontrar un liberal de verdad, un liberal de libro. Así decía en uno de sus ensayos recogidos en Política y toros:

"Todos los pueblos, en el curso normal de su existencia, ejercitan lo que los ingleses llaman el selfgovernment; se gobiernan, mal que bien, a sí propios, con independencia de sus gobernantes, los cuales son tanto mejores cuanto menos estorban el espontáneo desarrollo de la nación."

Sin embargo, la coherencia no ha sido nunca o casi nunca virtud de intelectuales, al menos por estos pagos, y Pérez de Ayala, pocas páginas más adelante, matizaba o, mejor dicho, contradecía su anterior aserto con este otro:

"¡Igualdad!, ¡Igualdad! Por eso, paradójicamente, la forma más eficaz de abstención del Estado es la intervención."

Y concluía que "era absurda (y así lo ha demostrado la historia) la inhibición del Estado en materia económica y cultural (liberalismo manchesteriano, siglo XIX) sino que su intervención en estos dos hemisferios del contenido político constituye su deber primordial."

Con estos "liberales", ¿para qué necesitábamos socialistas?

2 comentarios:

Jesús Sanz Rioja dijo...

Bueno, tal vez por eso Prieto decía que era socialista a fuer de liberal. El liberalismo decimonónico (y el del primer tercio del XX) es fuertemente estatalista: el Estado es el depositario y administrador de las libertades. Ese liberalismo es clavadito al zapaterismo.

Anónimo dijo...

¿Has leído el libro de Andrés Amorós?