LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

miércoles, 4 de febrero de 2009

Francisco Rico, Internet y la lógica formal

"El problema de Internet -escribe Francisco Rico en el último número de Mercurio-, el gran atolladero, consiste en que ahí está todo, bueno, malo o quién sabe, y todo revuelto, todo sin filtrar."

Hasta ahí estaríamos dispuestos a asentir con el académico; Internet es como la vida y, claro, hay de todo, como en botica. Pero ya empezamos a desconfiar cuando, cual dómine tronante, nos advierte: "Para no quedar atrapado en la red, hay que poseer el criterio y el conocimiento firmes que precisamente son lo que suele faltarnos cuando recurrimos a un instrumento de consulta. Internet es admirable, pero no fiable: es peligroso navegar en un barco sin capitán." Pero, ¿no nos ocurre lo mismo cuando visitamos una librería o una biblioteca? ¿Qué libro nos llevaremos a casa? ¿Cómo sabremos que con ese título no perderemos el tiempo? ¿Acaso no hace falta criterio para guiarse por la selva de papel, no precisamente menos selvática que la digital?

Para demostrar su teoría, Rico nos pone un ejemplo. Un ejemplo más falso que el borrico de un gitano. Compara la definición que da de "disparate" la versión web del diccionario académico con la que de la misma palabra ofrecen los repertorios impresos de María Moliner y de Joan Corominas.

Lo cierto es que, antes de estar en la red, el diccionario académico estaba y está en papel. Si los de Moliner o Corominas no lo están, y siguen sólo en libro, pregúntese por qué a sus herederos. En cualquier caso, no se trata de oponer la red y el papel, como sugiere Rico, sino de texto frente a texto. Si el DRAE es malo, lo será del mismo modo y en el mismo grado en su versión papel como en su versión digital. Y buenos serían los de Moliner o Corominas si del libro saltasen a la red.

Afortunadamente, la cátedra de Rico no es la de "Lógica formal", sino la de "Literaturas Hispánicas Medievales". Rico, da a veces la impresión, es un medievalista que parece vivir en la Edad Media.

16 comentarios:

José Miguel Ridao dijo...

Pocas veces he visto argumento más burdo; tenía en mayor estima el intelecto de Rico. Mejor pensar que una mala tarde la tiene cualquiera.

En cuanto a la sentencia que tal argumento trata de probar, es de perogrullo. Hace falta buen criterio para navegar por Internet, por una biblioteca, por el océano... ¡y por la vida! Esto de demonizar el Internet así por las buenas no me gusta un pelo.

Un saludo, Enrique.

Juan Antonio González Romano dijo...

Fantástica reflexión, Enrique. Criticar a los blogs en su conjunto es como criticar a los libros en su conjunto: criticar el continente en lugar del contenido. Comparto palabra por palabra tu opinión.

Ángel Ruiz dijo...

Existe una capa de analfabetos informáticos que se manifiesta en los ejemplos que ponen, como en este caso paradigmático de Rico. Les angustia no poder controlar el cotarro como antes: la wikipedia les horroriza. Su amado canon y sus amados manuales se difuminan entre la nueva información al alcance de todo el mundo; entonces, horrorizados, disparan al buen tuntún, a todo lo que se mueve.

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

No me esperaba esa tontería sobre el DRAE en la red y los diccionarios en papel. El DRAE es DRAE esté donde esté y, si tiene defectos, éstos no le vienen por la "contaminación" de la red. Él, que es académico, debería saberlo. Y trabajar por subsanarlo. Saludos, Enrique.

Anónimo dijo...

Cuidadín, cuidadín, que Rico es uno de los pocos sabios que en el mundo han sido y lo que él diga merece ser considerado muy seriamente.
Por de pronto, la Ilustración abolió el "argumentum auctoritatis", y ahora, como en internet está todo, lo bueno y lo malo, democráticamente revuelto, no vamos a tener más remedio que restablecerlo.
En cuanto a la wikipedia, la enciclopedia hecha también democráticamente,diré que hace unas semanas recurrí a ella para informarme sobre un poeta español actual y la entrada tenía tantas lagunas y tantos disparates que me puse a corregirla y aumentarla. ¿Y si me hubiese dado por embrollarla todavía más?
Y por último, no olvidemos que la red la controla el gobierno de los EEUU, y que, aparte de vigilarla según sus conveniencias, el día menos pensado puede "apagarla" y entonces nos vamos a reír.

Anónimo dijo...

La diferencia entre una biblioteca e internet es clara e importante: cualquiera puede colgar en la red lo que le apetezca; pero a cualquiera no le editan un libro. Ergo, es muy distinto buscar en una biblioteca información sobre X que buscar esa misma información en internet, donde no hay que pasar ningún filtro cualitativo.

Enrique Baltanás dijo...

Contesto a los dos Anónimos como si fueran uno (que a lo mejor lo son):
1.- Lo que diga Rico merece consideración, de acuerdo, por eso lo he comentado (consideración, no veneración).
2.- No estoy seguro de que el argumento de autoridad haya sido invalidado: es uno más, aunque, como cualquier otro, falible y relativo. La autoridad se gana. O se pierde.
3.- ¿Wikipedia? Bueno, es tan poco fiable como, según Rico, el DRAE.
4.- Esperemos que ni USA nos corte Internet ni Rusia (o Argelia...) nos vuelva a cortar el gas.
5.- "cualquiera puede colgar en la red lo que le apetezca; pero a cualquiera no le editan un libro" Bueno, Micer Anónimo, ya se ve que no está Vd. muy al tanto de lo que se publica (y de eso se libra).

Jesús Cotta Lobato dijo...

Yo creo que algunos le tienen manía a Internet porque es algo que se les escapa o porque no aparece su nombre tanto como esperan. Por otra parte, Enrique, creo que has sido injusto con la Edad Media. Si alguna época se parece a la Edad Media, con sus frailes andariegos, sus poetas anónimos, su interred libre de cultura, es la Edad Media, cuando no había academicismos librescos. Felicidades por esta entrada. La suscribo de pe a pa.

Enrique Baltanás dijo...

Llevas razón, Jesús, en tu reivindicación de la Edad Media. Por lo menos entonces sabían hacer silogismos como Dios manda.

Jesús Beades dijo...

Es un argumento de cateto profundo, lo digo Rico o su porquero. Aún recuerdo a una amiga que, al decirle que cierta noticia la había investigado un periódico digital, me contestó: "bueno, en Internet hay de tó..." También se notaba su ignorancia sobre cuánto de tó hay también en cualquier libro o periódico. En Internet el prestigio hay que ganárselo, y la ventaja sobre cualquier otro medio, al menos como documentación, es que puedes leer unas líneas y, si no te sirven, pasas a otra página, en un momento y sin perder más tiempo. Además está la teoría de la redundancia. Si ves la misma información (pero no la misma "copiada y pegada", sino con elaboraciones distintas) en diferentes páginas y medios, es casi imposible que no sea cierta. Pues somos muchos millones los que accedemos a ella, y podríamos destapar el bulo inmediatamente. De hecho, así ocurre con cualquier detalle de la vida política: aunque se le escape al periodista, no faltará un lector que escriba un iméil advirtiéndolo, y desde ahí se tirará del hilo. Véase el blog de Luis del Pino, por ejemplo.

Anónimo dijo...

Lo mejor y lo peor de internet, y de los blogs, es consecuencia del anonimato, pues es evidente que para conocer la “verdad” nos haría falta saber si la está diciendo Agamenón o su porquero.

Juan Antonio González Romano dijo...

La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.
Agamenón: —Conforme.
El porquero: —No me convence.

Antonio Machado: Juan de Mairena

Enrique Baltanás dijo...

Quizás lleve razón Mr. Quaker, y lo peor de internet, no lo mejor, sea el anonimato.
El anonimato solo está bien para el Lazarillo de Tormes, pa que los filólogos anden entretenidos.

Olga Bernad dijo...

"No se trata de oponer la red y el papel, como sugiere Rico, sino de texto frente a texto".
Qué cosas más sensatas se leen, a veces, en la red.

Anónimo dijo...

Rico hace tiempo que está enrabietado con la RAE, y supongo que la cosa irá por ahí: que no pierde ocasión de lanzar su pullita, en esta ocasión con la excusa de internet... si no, no se entiende, la verdad.

José Miguel Ridao dijo...

Lo que no se entiende (yo, al menos) es tanto anonimato. Es interesante al respecto esta entrada de Fernando Valls.