LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

jueves, 18 de abril de 2013

FANTASÍAS LEXICOLÓGICAS

Decididamente, la izquierda es una gran inventora de neologismos. Tanto, que se diría que la izquierda no sabría exisitir sin esta orgía perpetua de neologismos neoinventados. 'Intelectualidad' ya se quedó un poco antiguo, y un tanto rancio ya aquello de la socialización de lo medios de producción... Incluso hay algunos que han terminado por ser asumidos por la derecha, como igualdad o gratuidad. Pero ahí vienen otros nuevos a sustituirlos. Visibilidad, por ejemplo. (Se entiende que de las mujeres, porque todos los demás deberemos permanecer lo más invisibles y clandestinos posible, por la cuenta que nos trae). O sostenibilidad, que ahora todo ha de ser sostenible, vaya por Dios. (Si algo no es sostenible, me pregunto yo, si en verdad no se sostiene, ¿no se caerá por sí sólo?).

En cambio, la derecha carece de estas fantasías lexicológicas. Salvo algunos neologismos pertenecientes a la jerga de la economía, en lo demás se atiene a palabras tan consuetudinarias y normalitas como "principios", "moral", "derecho natural", "sentido común", y hasta a esa palabra o expresión que se ha vuelto tan incómoda: "vida humana".

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay uno buenísimo ahora, el de "movilidad exterior" referido a quienes tienen que ir a buscarse la vida fuera, porque, dada la triste situación económica, no la encuentran aquí. Pero, ¿qué estoy diciendo? Eso lo ha dicho la ministra de Trabajo, del PP, y habíamos quedado en que las "fantasías lexicológicas" eran cosa sólo de la izquierda, tan desorientada, la pobre. Retiro lo dicho: perdón.

José Luis Piquero dijo...

Amigo Baltanás, además de adherirme al anónimo comentario anterior, me gustaría (sin entrar en cuestiones lexicológicas) matizar que las mujeres reclaman "visibilidad" porque son ellas las que han permanecido "invisibles y clandestinas" durante siglos y más siglos. Su actual "visibilidad" no pretende invisibilizar a nadie.
En cuanto a la "vida humana", la derecha tampoco ha dado muchas pruebas de atenerse a ella: Franco, Pinochet o Ronald Reagan eran muy de derechas. Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Dime de que presumes y te diré de lo que careces. Así que, si la derecha se ha apropiado -es su costumbre- de términos que no le pertenecen, que los devuelva.
(chirria la usurpación)
Por ejemplo tú, Enrique, devuelves el del sentido común si crees que sabes llevarlo.

Uno de la Judería


Petronius Máximus dijo...

Oye, José Luis: Sólo hay una cosa más ridícula y risible que un obrero de derechas (dice un amigo mío)y esa es, un varón feminista.
En cuanto a la "vida humana", ¡Qué poca imaginación tienes hombre!¿O es tal vez acefalía completa?

Anónimo dijo...

Puede verse aquí, por el "ostentóreo" ejemplo de "Petronius Máximus", la razón que asistía a JLP cuando hace un tiempo y en otro blog decía no poder comprender la irresistible deriva mental que lleva a ciertos conservadores al insulto y la denigración ("acefalía completa") del adversario. Yo, sin embargo, creo poder explicarlo fácilmente: es la reacción infantil del alumno que, pillado en patente ignorancia de lo que le preguntan, sólo puede defenderse considerando malvadísimo al profesor. Quien no tiene razones que oponer, acude al recurso fácil de la descalificación personal. Que no sea consciente de que, al hacerlo, al único que descalifica es a sí mismo, no es culpa suya: sólo de su ignorancia. Si supiera algo más, razonaría en vez de insultar. Es sólo que no da para más.

José Luis Piquero dijo...

A Petronius Máximus le diría que la existencia de obreros de derechas es una total creación de la derecha, que se ha dado buena maña durante siglos para hacer que los explotados lo fueran de buen grado. La Iglesia Católica, por ejemplo, ha sido la gran factora de esa paradoja de que besáramos la mano que nos oprimía.
A diferencia del buen Petronius, yo creo que los varones debemos ser feministas para reparar un daño secular o simplemente por puro sentido común. Lo que no entiendo hoy en día es alguien que no sea feminista, varón o mujer (que las hay). Pero Petronius quizá añore la época en que una mujer no podía abrir una cuenta bancaria sin permiso de su marido y este podía matarla por adulterio sólo a cambio de una pena de destierro. La acefalia se manifiesta en todo su esplendor. Y la ñoñez y la mojigatería y los prejuicios y ese complejo tan español de inferioridad ante la mujer.
Al Anónimo le preguntaría cuándo he insultado. Pero en realidad no le pregunto nada: no se habla con anónimos. Los cobardes que se jodan. Y además tontos ya tenemos bastantes.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el tema del post y nuestras respuestas? Yo sinceramente me he perdido y tal vez no aprueben este mi comentario por hiriente, cuando yo he sido el insultado tras intervenir respetuosamente.
Quién sabe.

Anónimo dijo...

Por más que repaso mi comentario, soy incapaz de encontrar en él ninguna alusión al hecho de que JLP haya insultado a alguien. No; lo que yo decía, o lo que pretendía decir al menos, era todo lo contrario. O sea, que JLP daba sus argumentos, y que "Petronius Máximus", a falta sin duda de otros argumentos con que corresponderle, le acusaba nada menos que de "acefalía completa". Dando con ello la razón al propio JLP, cuando hablaba hace ya tiempo de la deriva (al parecer) irresistible de ciertos conservadores intolerantes (hay otros) hacia el insulto. Mi comentario (de la misma autoría que el primero, al que JLP se adhirió) pretendía apoyarle, no criticarle.

Y una aclaración para EB: yo no sólo respeto el derecho de los conservadores a creer sus razones mejores que las de sus contrarios, sino que estoy convencido de que la postura conservadora (que, en general, no es la mía) es sin embargo del todo necesaria, en una sociedad abierta y libre. Pero desde esa postura conservadora, o desde cualquier otra, me parece radicalmente falso e inadmisible el planteamiento según el cual "nosotros", quienes sean, somos los "buenos", y los otros los malos. EB pretende en esta entrada vendernos la averiadísima mercancía de que la derecha es (salvo mínimas excepciones en materia de "jerga económica") respetuosa con las palabras y su verdadero sentido, mientras que la izquierda las retuerce para ocultar con ello fines inconfesables o mera incompetencia. El problema es que eso es radicalmente falso, y basta escuchar (siquiera sea un poquito) a personajes como Carlos Floriano, María Dolores de Cospedal o unas cuantas docenas más para ver lo obvio, salvo que nuestros prejuicios nos cieguen por completo. NO: la derecha no tiene nada que envidiar a la izquierda en cuanto a manipulación del lenguaje (yo diría que más bien al revés, pero esto ya es una opinión personal).

En cualquier caso, y termino, esa tendencia de EB, que ya otras veces le he reprochado, a creer (y contarlo aquí) que los suyos son los buenos y los otros son los malos es tan falsa como absurda, y me tendrá enfrente cada vez que incurra en ella. Tan falsa y absurda como lo sería su contraria, la de creer que los buenos son los de izquierda y los malos los de derecha. La realidad NO ES en blanco y negro, no admite esas simplificaciones. Ambas posturas, como dije al principio, son necesarias, y lo son porque ambas tienen razones válidas y cosas que aportar. Lo otro (que EB me perdone por recordárselo de nuevo) es pura demagogia barata.

Militos dijo...

Mi protesta más enérgica, nunca me he considerado "Invisible," aunque la izquierda me quiera convencer de ello.
Soy una mujer nacida en 1936 que, lo mismo, que sus hermanos varones estudió una carrera universitaria, "Ciencias Económicas, Políticas y empresariales", por decisión de un padre que siempre nos consideró con los mismos derechos.

Contraje matrimonio en 1960, de igual a igual, crié y eduqué a diez hijos como me habían educado a mí.
Podría seguir, pero sería demasiado largo, sólo quiero dejar testimonio de que nunca me sentí invisible, faltaría más.

Felicidades al autor de esta entrada.

José Luis Piquero dijo...

Mis más sinceras y fervorosas disculpas para Anónimo. Sin duda leí precipitadamente y metí la pata hasta el fondo.
Para Militos: Has tenido mucha suerte con tu familia y tu marido. Pero aún así, para abrir una cuenta corriente necesitabas el permiso de tu padre o de tu cónyuge. Y sólo es un ejemplo.