En castellano, así como también en otras lenguas, la palabra corazonada goza de cierto prestigio; en cambio, cabezonada sufre un halo negativo.
Recordemos que el pueblo, dueño y señor de la lengua, es sabio. O, al menos, eso creemos los folkloristas.
Yo, desde luego, firmo la frase de Pascal: "El corazón tiene razones que la razón ignora". Pero aun daría un paso más, por el mismo camino y en el mismo sentido de la marcha:
No existe contradicción
de corazón y cabeza;
tiene la razón razones,
y el corazón, la certeza.
3 comentarios:
Esto está para aprendérselo de memoria, canturrearlo y cantarlo.
Olé!
Yo iba a decir lo de Enrique, pero se me ha adelantado. Y ya lo estoy apuntando, como sugiere Carlos.
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