LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

viernes, 3 de agosto de 2007

El teatro de los Machado

[Con Margarita Xirgu en el estreno de La duquesa de Benamejí]

Mi libro sobre el teatro de los Machado -sí, ése que traigo ahora entre manos, uff, ya voy por la mitad- sólo se propone un objetivo: llevar a cabo una lectura atenta de los textos. Nada de deconstrucción, ni de semiótica, ni de Rezeptiongeschichte, ni de freudismo, ni de marxismo. Ningún ismo. Ninguna teoría. Sólo esto: leer con atención. ¿A que suena revolucionario?


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10 comentarios:

Isaac García Expósito dijo...

Estimado Enrique: sigo a la espera de tus recomendaciones sobre Leon Bloy.

Saludos

Enrique Baltanás dijo...

Mil perdones, Isaac. Se me fue el santo al cielo. Bueno, los "Diarios", por supuesto. "Exégesis de los lugares comunes" tiene a mi juicio mucho menor interés. Desgraciadamente, sus novelas no se encuentran traducidas en España.
Existe un librito sobre "Bloy, místico del dolor" de Albert Béguin, publicado por el Fondo de Cultura Económica. Recomendable.

Joaquín dijo...

Ningún ismo. Ninguna teoría. Sólo esto: leer con atención.

Pero, amigo Enrique... ¿es que hay lecturas inocentes, libres de preconcepciones o prejuicios?

Enrique Baltanás dijo...

Efectivamente, Joaquín, has puesto el dedo en la llaga teorética de la lectura: ¿es que hay lecturas inocentes?
No, porque el lector no es tabula rasa; lee desde su experiencia, su temperamento, su "yo" y la historia y conformación de su yo. Desde su capacidad o incapacidad, desde su inteligencia o desde su torpeza.
Ahora bien, hay el lector que a toda costa quiere que el texto diga lo que él quiere que diga, aun retorciéndolo o mutilándolo, y el lector que respeta el texto, desentraña el texto y saca las conclusiones cuyas premisas están en el texto. Un lector ingenuo no puede hacer lo segundo; probablemente hará lo primero.
Lectura ATENTA, SÍ, PERO NO INGENUA.

Anónimo dijo...

Desde luego, será un libro muy interesante. Valdrá la pena su lectura. Le envío ánimos para que lo pueda terminar pronto y gocemos todos de él.

Juan Manuel Macías dijo...

Pues habrá que esperar el libro con interés. Muy refrescante lo que dices (y yo que ya había perdido la fe en los profesores de literatura). Lo de la deconstrucción me ha traído a la cabeza lo del pobre Ferrán Adriá y su "tortilla de patatas deconstruida". Se empieza deconstruyendo a Shakespeare y se acaba con la inocente tortilla de patatas, que tanta hambre ha quitado.

Anónimo dijo...

No sé, en mayo estuve hablando sobre Marquina en Lovaina y me dijeron que era muy foucaultiano.

Para mí que me han influido más San Pablo y San Agustín, pero quién sabe...

Anónimo dijo...

¿muy foucaultiano hablando de marquina? la verdad es que, si no se equivocaron mucho, la conferencia sería curiosa. no soy capaz de imaginar los enfoques estructuralistas de Marquina, a Dios Gracias!

Anónimo dijo...

Quita, quita, de estructuralismo nada. No, son cosas de resemantización de términos. Por ejemplo, el uso que hace Marquina de la palabra "cabaret" y cosas así. Ya sabes, Las palabras y las cosas.

Pero yo todo eso lo aprendí en Paulo de Tarso y en Agustín de Hipona. Y es una pieza clave en De Maistre o en Chesterton. Lo curioso es que la casta filologuil sólo viera lo foucaultiano dela sunto. Cuando los sacas de sus cuatro santones, son de una ignorancia enciclopédica.

Joaquín dijo...

Si me preguntasen por qué creo que no hay "lecturas inocentes" no sabría bien responder (al menos, no de forma tan precisa como lo ha hecho más arriba Enrique). Aunque para mi es evidente que leer se hace siempre desde unas filias o fobias. La prueba es que escogemos nuestras lecturas, y que nos cuesta sangre, sudor y lágrimas prestar nuestra aquiescencia a los autores que "no nos caen en gracia", por mucho valor que le otorguen la comunidad de filólogos.

J.L. Borges tiene un relato muy conocido, "Pierre Menard, autor del Quijote", que con bastante ironía demuestra que desde visiones variadas del mundo se puede llegar literalmente al mismo texto.