Siempre he pensado lo mismo. Yo creo a algunas les va la marcha porque si no no me explico que les guste el libro ese de las veinte canciones de amor o no sé qué, que, aparte de cursi, es de un machista atroz. Será que a algunas las pone que les den caña.
Todas las palabras y requiebros amorosos son cursis, fuera de contexto. Yo era devoto de nuestro Bécquer, aunque confieso que me troncho de risa cada vez que oigo la copla ésa de "la niña de la estación".
Claro, Quintana, nos gusta que nos den caña... Cuerpo de mujer, blancas colinas. muslos blancos, te pareces al mundo en su actitud de entrega... Nos ponemos tan calientes que por eso a este Señor le dieron el Nobel y es el libro de poesía más vendido de la historia. Ya se sabe, el buen mal poeta. ¿por qué no nos cuelga Usted algunos poemas de amor para que reflexionemos un poco sobre nuestros gustos y nuestro lugar n el mundo? Seguro que aprendemos mucho. Anónima
El libro de las veinte canciones de amor esas es una caca, sin duda merecedor del Premio Nobel de Literatura, y en cuanto a Neruda qué le voy a contar, menudo pájaro.
Aquí al lado de donde vivo, en Gouda, está enterrada Malva Marina Reyes, su hija enferma a la que abandonó al igual que a la madre. Una mirada de esa niña vale más que toda la poesía de semejante vate laureado y cantor de las glorias de Stalin.
Nada, Anónima, disfrute con salud de las chorradas de los muslos blancos y tal...
Vamos a ver Quintana, lo que a mí particularmente me ha irritado no es que se pronuncie Usted libremente sobre la obra de Neruda, que está en su perfecto derecho y puede decir lo que le venga en gana, sino que para censurar su machismo, con el que, sorpréndase Usted, estoy muy de acuerdo, incurra en machismo idéntico o superior y en el de si nos gustan las cañas o los donuts ¿vale?. En cuanto a la mirada de esa infortunada niña de acuerdo con Usted, vale más que toda la poesía del vate laureado y cantor de Stalin de su padre, pero también vale más que las obras completas de Borges o de Agustín de Foxá, al menos eso creo yo. ¿Lo cree Usted así? Y en cuanto a las chorradas con las que vaya a dsifrutar tenga por seguro que las elegiré yo misma sin problema alguno. Sigo esperando un poema suyo, a ver si como mujer me reconozco más en su culta y refinada sensibilidad. Anónima
No me parece a mí que la concesión del Nobel sea un criterio suficiente; por no ir más lejos, en España se lo dieron a Echegaray...; y tampoco las cifras de venta, porque un best-seller puede ser muy bien un bodrio, y normalmente es lo que es. Por otro lado, Emilio, tampoco me parece acertado descalificar una obra en función de la conducta moral de su autor o de su trayectoria biográfica. Baudelaire o Verlaine no tuvieron precisamente vidas ejemplares. Pero es lo cierto que los 20 poemas siguen teniendo un éxito sorprendente. ¿Qué encuentra en él la gente? ¿Qué hay realmente en él? Yo no lo sé, y me parece que los críticos de Neruda han solido ser más panegiristas que analíticos. De momento, quizás me quedo, al menos por ahora, con el juicio de JRJ sobre PN: "gran poeta malo".
Aquí abajo, en el oscuro Nibelheim, nos quedan un poco lejos las discusiones sobre poesía. Nosotros, los nibelungos, somos más del verso corto y aliterado (que intenta reproducir la estructura del alto alemán medieval), al estilo del que compuso nuestro creador, el maestro Wagner, para su Tetralogía.
De todas formas a mí, particularmente, fuera del citado Wagner (nobleza obliga) y de un tal Quevedo hay pocos poetas que me interesen.
Me voy a mojar un poco (nunca mejor dicho, hoy que cae un diluvio en Sevilla). Sobre gustos personales, filias o fobias, no se puede fundar la valoración crítica de una obra artística o literaria.
Un ejemplo. Alguien me decía: "El Quijote no me gusta porque está escrito en castellano antiguo". Frase que, claro, no tiene ni pies ni cabeza, pero en la que sobresale un gusto personal. De ahí no puede deducirse que El Quijote, por poner el caso, es una mierda muy mal escrita. El crítico debe ser comedido si le antecede el "consensus communis omnium" sobre el objeto de su valoración.
Los "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" gozan de ese consenso universal. Por méritos propios, porque tiene la virtud de "conectar" con los sentimientos de los jóvenes hispanos enamorados... Y además, a mi me gusta, me sigue gustando.
Estoy de acuerdo con lo que dice Joaquín. A mí me gustan los 20 poemas, al menos son de esos libros que uno debe leer con cierta edad y recordar que los ha leído. Son inofensivos, lo que no puede decirse de "Residencia en la tierra". Como dice un amigo mío, cuando uno lee este libro por primera vez acaba siendo Pablo Neruda redivivo, y eso es peligrosísimo. Ahora bien, sin salirse de la época, creo que es muy superior la poesía de amor de Miguel Hernández. Y, sobre todo, la de Pedro Salinas, claro. Eso sí que es poesía de amor.
Madre mía, volver a los 20 (y nunca mejor dicho), qué trajín... ¿y a la canción desesperada también? En cuanto a la hermenéutica, mira que sois mal pensados (luego dicen que las mujeres somos retorcidas). Está claro que lo que quiere decir es que le gusta mirarla cuando está en silencio, distraída. Si tuviera el sentido de aquí sólo hablo yo y tú a callar, no le gustaría que estuviera "como ausente". Este poema es bastante prudentito, hay otros peores. "Farewell", por ejemplo, ese sí que es de juzgado de guardia, como para enseñárselo a todas las adolescentes y prevenirlas de lo que hay por ahí.
Muy superior es el libro de los "Cien sonetos de amor", y las "Odas elementales". Un Neruda cincuentón, y sin ínfulas de melancólico joven de pálidos gestos; un neruda enamorado de su Matilde -aunque eso no excluyera a las demás, claro. Es verdad que me gustaban los "veinte poemas", me gustaban mucho, hace diez años. Hoy apenas los soporto, salgo algunas imágenes, como esas "tristes redes" que me traen recuerdos de mis adolescentes desvaríos amorosos. Y ya se sabe que, como dice Lewis, si una obra de arte nos sirve tan sólo para divagar por personales ensoñaciones, es que es de segundo orden.
Yo no detecto el machismo. Sencillamente le gusta esa expresión especial que confieren la lejanía mental o el recogimiento personal, bien el misterio que supone guardar silencio. "Como" marca la diferencia; quiere su presencia. Es más, su atención se puede concentrar en la observación de la otra persona, sin desviarse hacia las palabras que emite.
No hace muchos años en un recital de Paco Ibáñez, tras entonar ese mítico verso "Me gustas cuando callas porque estás como ausente", hizo un breve silencio seguido de un simpático aparte en el que añadía :"Pues vaya cosas que le decía este hombre a sus amantes". En el público resonó una carcajada generalizada.
En cuanto a la calidad literaria de los "Veinte poemas de amor..." pues diré que me parece una obra que, pese a presentarse como un corpus unitario, es desigual en calidad ya que junto a composiciones de notable lirismo se mezclan algunas regulares. No obstante, es una obra de juventud, no olvidemos.
No sé si tendrá mucho que ver, pero me gustaria añadir un aspecto que siempre me hace pensar cuando se califica negativamente este tipo de obras que, digamos, han pasado a ser parte de la cultura popular. ¿Es, precisamente, su condición de obra "popular", "accesible" en el sentido de comprensible para un lector no demasiado docto en temas de poesía, lo que hace que la élite de simpre las rechace? Seguro que éstos prefieren mil veces más la oscuridad de "Residencia en tierra".
No sé qué le ve la gente a las canciones esas de Neruda, porque son malas un rato largo.
Neruda, como Alberti, en cuanto el Partido ya no puede hacerles la reclame se han quedado en lo que son: dos pobres almas que en los treinta escribieron algunos buenos poemas sobre ángeles y residencias. Nada más (y nada menos). La raspa.
Supongo que el común de sus fanes le ven a esas canciones de rijoso solemne lo mismo que a los cursilemas de Joaquín Sabina. De hecho, Sabina escribe mejor, dentro del estropicio general.
En el fondo, el mejor en ese género es Amado Nervo, un poeta de una profundidad que no está al alcance de cualquiera.
17 comentarios:
Neftalí Reyes lo decía por las "malenis" de turno,Enrique.
Ya sabes;"antes partía,que doblá".
Siempre he pensado lo mismo. Yo creo a algunas les va la marcha porque si no no me explico que les guste el libro ese de las veinte canciones de amor o no sé qué, que, aparte de cursi, es de un machista atroz. Será que a algunas las pone que les den caña.
Todas las palabras y requiebros amorosos son cursis, fuera de contexto. Yo era devoto de nuestro Bécquer, aunque confieso que me troncho de risa cada vez que oigo la copla ésa de "la niña de la estación".
Claro, Quintana, nos gusta que nos den caña... Cuerpo de mujer, blancas colinas. muslos blancos, te pareces al mundo en su actitud de entrega... Nos ponemos tan calientes que por eso a este Señor le dieron el Nobel y es el libro de poesía más vendido de la historia. Ya se sabe, el buen mal poeta. ¿por qué no nos cuelga Usted algunos poemas de amor para que reflexionemos un poco sobre nuestros gustos y nuestro lugar n el mundo? Seguro que aprendemos mucho. Anónima
El libro de las veinte canciones de amor esas es una caca, sin duda merecedor del Premio Nobel de Literatura, y en cuanto a Neruda qué le voy a contar, menudo pájaro.
Aquí al lado de donde vivo, en Gouda, está enterrada Malva Marina Reyes, su hija enferma a la que abandonó al igual que a la madre. Una mirada de esa niña vale más que toda la poesía de semejante vate laureado y cantor de las glorias de Stalin.
Nada, Anónima, disfrute con salud de las chorradas de los muslos blancos y tal...
Vamos a ver Quintana, lo que a mí particularmente me ha irritado no es que se pronuncie Usted libremente sobre la obra de Neruda, que está en su perfecto derecho y puede decir lo que le venga en gana, sino que para censurar su machismo, con el que, sorpréndase Usted, estoy muy de acuerdo, incurra en machismo idéntico o superior y en el de si nos gustan las cañas o los donuts ¿vale?. En cuanto a la mirada de esa infortunada niña de acuerdo con Usted, vale más que toda la poesía del vate laureado y cantor de Stalin de su padre, pero también vale más que las obras completas de Borges o de Agustín de Foxá, al menos eso creo yo. ¿Lo cree Usted así? Y en cuanto a las chorradas con las que vaya a dsifrutar tenga por seguro que las elegiré yo misma sin problema alguno. Sigo esperando un poema suyo, a ver si como mujer me reconozco más en su culta y refinada sensibilidad. Anónima
No me parece a mí que la concesión del Nobel sea un criterio suficiente; por no ir más lejos, en España se lo dieron a Echegaray...; y tampoco las cifras de venta, porque un best-seller puede ser muy bien un bodrio, y normalmente es lo que es.
Por otro lado, Emilio, tampoco me parece acertado descalificar una obra en función de la conducta moral de su autor o de su trayectoria biográfica. Baudelaire o Verlaine no tuvieron precisamente vidas ejemplares.
Pero es lo cierto que los 20 poemas siguen teniendo un éxito sorprendente. ¿Qué encuentra en él la gente? ¿Qué hay realmente en él?
Yo no lo sé, y me parece que los críticos de Neruda han solido ser más panegiristas que analíticos.
De momento, quizás me quedo, al menos por ahora, con el juicio de JRJ sobre PN: "gran poeta malo".
Aquí abajo, en el oscuro Nibelheim, nos quedan un poco lejos las discusiones sobre poesía. Nosotros, los nibelungos, somos más del verso corto y aliterado (que intenta reproducir la estructura del alto alemán medieval), al estilo del que compuso nuestro creador, el maestro Wagner, para su Tetralogía.
De todas formas a mí, particularmente, fuera del citado Wagner (nobleza obliga) y de un tal Quevedo hay pocos poetas que me interesen.
Saludos desde el Nibelheim.
Me voy a mojar un poco (nunca mejor dicho, hoy que cae un diluvio en Sevilla). Sobre gustos personales, filias o fobias, no se puede fundar la valoración crítica de una obra artística o literaria.
Un ejemplo. Alguien me decía: "El Quijote no me gusta porque está escrito en castellano antiguo". Frase que, claro, no tiene ni pies ni cabeza, pero en la que sobresale un gusto personal. De ahí no puede deducirse que El Quijote, por poner el caso, es una mierda muy mal escrita. El crítico debe ser comedido si le antecede el "consensus communis omnium" sobre el objeto de su valoración.
Los "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" gozan de ese consenso universal. Por méritos propios, porque tiene la virtud de "conectar" con los sentimientos de los jóvenes hispanos enamorados... Y además, a mi me gusta, me sigue gustando.
Estoy de acuerdo con lo que dice Joaquín. A mí me gustan los 20 poemas, al menos son de esos libros que uno debe leer con cierta edad y recordar que los ha leído. Son inofensivos, lo que no puede decirse de "Residencia en la tierra". Como dice un amigo mío, cuando uno lee este libro por primera vez acaba siendo Pablo Neruda redivivo, y eso es peligrosísimo. Ahora bien, sin salirse de la época, creo que es muy superior la poesía de amor de Miguel Hernández. Y, sobre todo, la de Pedro Salinas, claro. Eso sí que es poesía de amor.
¡Qué barbaridad atacar a un artista por su trayectoria vital! Cada vez desconfío más de los odios viscerales y las críticas sin "peros".
Conclusión (que saco yo, por lo menos): que habría que hacer una relectura de los 20 poemas.
Madre mía, volver a los 20 (y nunca mejor dicho), qué trajín... ¿y a la canción desesperada también?
En cuanto a la hermenéutica, mira que sois mal pensados (luego dicen que las mujeres somos retorcidas). Está claro que lo que quiere decir es que le gusta mirarla cuando está en silencio, distraída. Si tuviera el sentido de aquí sólo hablo yo y tú a callar, no le gustaría que estuviera "como ausente".
Este poema es bastante prudentito, hay otros peores. "Farewell", por ejemplo, ese sí que es de juzgado de guardia, como para enseñárselo a todas las adolescentes y prevenirlas de lo que hay por ahí.
Muy superior es el libro de los "Cien sonetos de amor", y las "Odas elementales". Un Neruda cincuentón, y sin ínfulas de melancólico joven de pálidos gestos; un neruda enamorado de su Matilde -aunque eso no excluyera a las demás, claro. Es verdad que me gustaban los "veinte poemas", me gustaban mucho, hace diez años. Hoy apenas los soporto, salgo algunas imágenes, como esas "tristes redes" que me traen recuerdos de mis adolescentes desvaríos amorosos. Y ya se sabe que, como dice Lewis, si una obra de arte nos sirve tan sólo para divagar por personales ensoñaciones, es que es de segundo orden.
Yo no detecto el machismo. Sencillamente le gusta esa expresión especial que confieren la lejanía mental o el recogimiento personal, bien el misterio que supone guardar silencio. "Como" marca la diferencia; quiere su presencia. Es más, su atención se puede concentrar en la observación de la otra persona, sin desviarse hacia las palabras que emite.
No hace muchos años en un recital de Paco Ibáñez, tras entonar ese mítico verso "Me gustas cuando callas porque estás como ausente", hizo un breve silencio seguido de un simpático aparte en el que añadía :"Pues vaya cosas que le decía este hombre a sus amantes". En el público resonó una carcajada generalizada.
En cuanto a la calidad literaria de los "Veinte poemas de amor..." pues diré que me parece una obra que, pese a presentarse como un corpus unitario, es desigual en calidad ya que junto a composiciones de notable lirismo se mezclan algunas regulares. No obstante, es una obra de juventud, no olvidemos.
No sé si tendrá mucho que ver, pero me gustaria añadir un aspecto que siempre me hace pensar cuando se califica negativamente este tipo de obras que, digamos, han pasado a ser parte de la cultura popular.
¿Es, precisamente, su condición de obra "popular", "accesible" en el sentido de comprensible para un lector no demasiado docto en temas de poesía, lo que hace que la élite de simpre las rechace? Seguro que éstos prefieren mil veces más la oscuridad de "Residencia en tierra".
Vuelvo por aquí de casualidad.
No sé qué le ve la gente a las canciones esas de Neruda, porque son malas un rato largo.
Neruda, como Alberti, en cuanto el Partido ya no puede hacerles la reclame se han quedado en lo que son: dos pobres almas que en los treinta escribieron algunos buenos poemas sobre ángeles y residencias. Nada más (y nada menos). La raspa.
Supongo que el común de sus fanes le ven a esas canciones de rijoso solemne lo mismo que a los cursilemas de Joaquín Sabina. De hecho, Sabina escribe mejor, dentro del estropicio general.
En el fondo, el mejor en ese género es Amado Nervo, un poeta de una profundidad que no está al alcance de cualquiera.
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