EL HILO DE LA VIDA
¿De qué depende el hilo de la vida?
De diez minutos más en la ambulancia.
Del alcohol inexperto y barato
que una noche de viernes se estrella contra ti.
O de que el cirujano
o la enfermera o el anestesista
no logren ese día la atención o el acierto
que su currículo demuestra que poseen
sin género de dudas.
De que alguna molécula,
que alguna proteína,
algún extraño nombre bioquímico
se subleven en contra de su dueño.
Y tampoco es tan raro
que cuchillo o revólver
se le vuelvan sinónimos a alguien
de la palabra amor, de la palabra odio.
De que en el cálculo
frío de probabilidades
decida la estadística que tú eres su cifra.
Todavía más claro lo dijeron los griegos,
que temían
a no sé qué tijeras caprichosas
en manos de unas tipas algo locas.
(jueves, 21 de junio de 2001)
3 comentarios:
Soberbio.
Desgraciadamente tan cierto...
Chapeau!
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