LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

miércoles, 16 de abril de 2008

Lope de Vega y Cinco horas con Mario

O sea, cruzando datos.

En El castigo sin venganza, Lope hace decir a uno de sus personajes:

... porque, con marido bueno,
¿cuándo se vio mujer mala?

La idea debió de ser muy querida a Lope, porque la repite a lo largo de su obra. Así, en La cortesía de España (comedia famosa, por supuesto), concluye un soneto:

Óigame aquel que se llamare a engaño:
los hombres hacen las mujeres buenas,
y sólo por su culpa viene el daño.

Ahora bien, ¿lleva razón Lope? ¿No se podría decir lo mismo al revés? ¿Lo contrario, no es también verdad?

Pues, por lo visto, según Lope, no. Vale, pero ¿por qué?

Y aquí no sé si será muy legítimo mezclar Lope de Vega con Cinco horas con Mario.

Ó

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La situación de sumisión en la que vivía la mujer en la sociedad de Lope no dejaba en sus manos la mínima posibilidad de influir en la vida del marido.

Anónimo dijo...

Aquí te mando unas cuantas razones de Juana Inés, que está con Lope, y
se explica por despacio:

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia,
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que falta de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana ,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende y la que es fácil enfada?

Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos enhorabuena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada,
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

Hasta ahí Juana Inés, que la empresa anunciadora se lo sigue pensando y no llama necio a nadie.

Morgenrot dijo...

Mundos distintos, por circunstancias diferentes.

La mujer de Mario, santifica a su esposo. No cabe duda.

Recuerdo cómo justificaba la existencia de los pobres, algo que no podré olvidar. ¡ Necia !

Hay matrimonios que no logro entender cómo se unieron ; por la bondad o por la gran capacidad de uno de éllos, sea hombre o mujer, frente a la maldad o incapacidad del otro.

En fin, la vida.

Saludos, hace tiempo que no me pasaba por aquí.