Lo primero que nos llama la atención es la insistencia en la idea de que "hubo fascistas muy inteligentes y al mismo tiempo honrados". ¿Lo dudaba usted? Pues Alfonso Lazo acaba de descubrir el Mediterráneo.
Otra cosa sorprendente es que, tras darle muchas vueltas, Lazo concluya que "es fácil definir la democracia, el marxismo, el comunismo... En cambio el fascismo se resiste a ser definido." Y que cuente que a sus alumnos solía ponerles la siguiente prueba: "Les decía que si eran capaces, en un máximo de medio folio, de definir el fascismo tendrían aprobada la asignatura sin necesidad de exámenes." Vamos, que este señor que escribe un libro sobre fascismo no sabe muy bien qué cosa es el fascismo, puesto que no es capaz de brindarnos una definición del mismo.
Lo cual no le impide encuadrar a Falange Española como una organización fascista, de lo cual me permito dudar por la siguientes razones:
1º.- El mismo fundador lo negó en repetidas ocasiones y además difícilmente puede ser tildado de fascista, y menos aún nacionalsolialista, alguien que es arraigadamente católico, como lo era el mismo José Antonio.
2º.- El término fascista debe reservarse exclusivamente para el Fascio italiano, muy distinto del National socialismus alemán o de la Action Française.
Pero Lazo prefiere unirlo y confundirlo todo en el término fascista (eso que era tan difícil de definir ¿recuerdan?). Por otra parte Lazo parece ignorar que la Falange como tal terrminó su existencia autónoma ¡en 1937! mediante el Decreto de Unificación, que más adelante sería conocido como Movimiento Nacional. A partir de entonces sólo se podría hablar como de una determinada sensibilidad a lo sumo, no de un partido político independiente.
Una matización sobre la disidencia de Dionisio Ridruejo, y otros tantos, Lazo cree que se produjo cuando "descubrieron que la dictadura de Franco había domesticado a FE y no era más que pura reacción". No lo creyeron así otros como José Antonio Girón de Velasco, José Utrera Molina y muchos otros, quizá la mayoría de los "falangistas". Por otra parte, cuesta tildar de "pura reacción" a un Régimen que creó por primera vez en España la Seguridad Social, las vacaciones retribuidas, las pagas extra o la baja por enfermedad, entre otras muchas conquistas sociales llamadas a quedarse.
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