El título de la Vorlesung es: "Fe, Razón y Universidad. Recuerdos y reflexiones."
Un punto de vista muy crítico con el Papa es el de Eric Gaillot (en francés).
Les cito un párrafo que da idea del tono del artículo:
Le pape vient de trahir les chrétiens en les privant des moyens politiques – l’usage de la violence armée légale - de se défendre contre la menace islamiste. Les chrétiens du Soudan savaient déjà à quoi s’en tenir. Nous avons dénoncé l’attitude de Benoît XVI pendant la guerre du Liban puisqu’il reprenait les accusations portées contre Israël par tous les bien-pensants.El artículo concluye, recordando las matanzas de cristianos en países islámicos (actualmente), como en Sudán:
La parole, c’est à dire la diplomatie, sont les premiers moyens pour essayer de se défendre. Mais, si ces moyens ne permettent pas d’atteindre les objectifs, le chrétien est dans l’obligation de se défendre par la force et la violence, non pas dans des limites « proportionnées », mais jusqu’à obtenir la victoire décisive de manière à ne pas avoir à recommencer. Défendre la vie, c’est non seulement refuser l’avortement et la pilule, mais c’est aussi prendre les armes pour défendre sa communauté, sa patrie, sa civilisation lorsque tous les autres moyens ont échoué.
Yo, desde luego, no lo suscribo. Pero creo que es un punto de vista interesante, sobre el que merece la pena reflexionar. ¿No estará incurriendo el Papa en el buenismo?
9 comentarios:
Oiga, no le consiento que me trate de violento, le dijo un hombre a otro. Pues su mujer le ha denunciado en la comisaría, le contestó el segundo. Lo habrá hecho por escrito, porque la boca se la puse como un mapa.
Ya está bien, hombre. No quiero parecer Rubianes, pero tampoco es cosa de que terminemos pidiendo permiso para respirar. A ellos precisamente. Sólo hay que ver su reacción para darse cuenta de que, aunque el Papa no ha dicho eso, no le faltaría razón si lo hubiera dicho.
Acabo de leer el discurso del Papa en Ratisbona gracias a ti y a Marta Salazar. Es fundamental. Y qué claro todo. Ya lo dijo Zubiri: "Los griegos somos nosotros".
Hace diez años acompañaba a mi amigo Brett Leonard a un reportaje en Sudán para National Geographic.
Tuvimos problemas con el LandCruiser que quemaba aceite,y paramos en una aldea.
Había una multitud congregada que profería gritos y canticos.
Cinco hombres iban a ser ejecutados.
En un principio nos dijo el guia que eran homosexuales.A dos de ellos los colgaron por los cojones de un árbol.
Otro,un individuo pequeño y calvo,fue enterrado medio cuerpo,hasta los hombros,dejando la cabeza fuera.
Le pusieron una especie de bolsa de arpillera,y el iman pronunció una oración,mientras las mujeres y los niños recogian piedras del suelo.A una orden del imán,todos empezaron a lanzar las piedras contra aquel desdichado.
Un niño,que luego nos pidió una chocolatina roll,le aplastó la cabeza a conciencia con un pedrusco,mientras su madre,orgullosa lo abrazaba.
Tendría unos trece años.
El último ejecutado,no era homosexual,según supimos luego.
Era un padre de familia que había tolerado que su hija menor,sin cubrirse el rostro,hablase con los hijos de un vecino que lo delató.
La niña tenía doce años.
A este hombre,lo enterraron cabeza abajo.
El iman volvió con su plegaria,y mientras los perros,hambrientos,empezaron a devorarlo por los huevos,hasta que los huesos de las piernas empezaron a asomar.
Cuando nos fuimos,la multitud seguía con sus celebraciones.
Si,definitivamente,Alá es grande.
Gracias por el link!
De nada Aquilino!
Un gran saludo desde Germany!
SOBRE MANUEL II PALEÓLOGO, por Antonio Sánchez-Gijón en LIBERTAD DIGITAL:
"La opinión del papa sobre la propagación del Islam no es, al fin y al cabo, tan negativa como la expresada en su día Manuel II Paleólogo, emperador de Bizancio, una de cuyas reflexiones, citada por Benedicto XVI en su discurso en la universidad de Regensburg el 12 de septiembre, ha dado motivo o excusa para otra oleada de impostada indignación dirigida contra Occidente a lo largo del mundo musulmán. Textualmente, el papa dijo en la mañana del domingo 17, en la plaza de San Pedro, que su cita procedía de "un texto medieval, que de ningún modo expresa mi propio modo de pensar".
Es extraño que el papa no piense como aquel emperador, pues Manuel II era un hombre que sabía de lo que hablaba, tenía gran experiencia política, era culto y estaba rodado en las lides diplomáticas de Oriente y de la Europa occidental de su época, donde pasó dos años (Italia, Francia e Inglaterra) tratando de tener éxito en el enésimo intento bizantino de lanzar una cruzada para que la cristiandad latina ayudase a sus hermanos separados de Oriente contra la expansión entre imperialista y yihadista de los turcos. Si queremos entender el modo de pensar de uno de los últimos emperadores bizantinos que hizo esfuerzos serios para impedir la mayor catástrofe de la Cristiandad moderna (la caída de Constantinopla en manos del Islam) es urgente que se traduzca al español y otros idiomas la correspondencia de Manuel II, aunque sea del francés, pues en esta lengua fue publicada dentro de la obra Patrologia Graeca, en 1893.
La experiencia de Manuel II está fuera de toda duda: fue emperador treinta y cuatro años (1391-1425), estuvo cautivo del sultán Bayaceto hasta que logró escapar para subir al trono imperial a la muerte de su padre, Juan V. Su primera acción significativa fue resistir un sitio de sietes meses puesto por Bayaceto contra Constantinopla. Reformó muchas cosas en su maltrecho imperio, construyó una muralla sobre el istmo de Corinto que une la península de Morea al continente e intervino activamente en las luchas de facciones que debilitaban a los otomanos. También sabía de teología.
Ahora bien, no era sólo la espada el modo como el Islam se apoderó del imperio de Oriente ni cómo impuso su fe entre las poblaciones del tercio suroriental de Europa. Las divisiones, codicia, ambición y miseria moral de una infinitud de príncipes cristianos ayudaron lo suyo. Muchos en Bulgaria, Valaquia, Grecia, Transilvania, Serbia y aún Hungría se confederaban con los turcos para dirimir sus querellas sucesorias y sus planes de expansión territorial. A muchos les convenía meter guarniciones turcas en sus territorios para disuadir a príncipes enemigos. Podían conseguir una paz precaria haciéndose tributarios del sultán. En nuestros días, "príncipes de la prensa" como los editorialistas del New York Times, el Washington Post o El País no tardaron ni veinticuatro horas en acudir en socorro del Islam, atacando al "príncipe" de la Iglesia por sus reflexiones en torno a un texto de Manuel II.
El asesinato el sábado pasado de una monja italiana en Somalia, consagrada a la protección de la infancia, no desmiente lo que Manuel II sospechaba: que el mandato de Mahoma de propagar la fe por la espada era "malvado e inhumano".
Otro aspecto interesante de las palabras del Papa en Regensburg son las reflexiones en torno a Dios y la razón. Parece que, en cuestiones de Alá, muchos musulmanes suben tan alto el volumen de sus pasiones religiosas que no escuchan la voz de tan útil potencia humana. Así, el vicejefe del partido gobernante en Turquía, Sali Kapusuz, ha dado muestras de perderla al decir que el lugar del Papa en la historia estará "en la misma categoría que líderes como Hitler y Mussolini". Este señor no se acuerda de que en su país y en este año ha sido asesinado a tiros por un "creyente" un sacerdote católico y otro ha sido objeto de un atentado fallido. Tampoco tiene en cuenta la opresión a la que se somete a la iglesia ortodoxa turca, la autoridad de cuyo patriarca no es reconocida por el gobierno, y olvida la continua oposición de las autoridades a que se eleven o reconstruyan templos cristianos.
Todo lo que en gran parte del mundo musulmán se expresa de forma brutal e irracional contra la libertad de pensamiento y de fe se transforma en pura beatería en boca del gobierno islamista turco, entregado siempre al equívoco equilibrio entre los designios de entrar en Europa a toda costa y ser el faro de un Islam supuestamente "moderno"."
Muy acertado y documentado el comentario del tío de Aitana. Manuel II tenía el turco a las puertas y sabía lo que se le venía encima. Entonces no había complejos y a la Jihad se replicaba con Reconquista y Cruzadas. Las ideologías del siglo XX, tanto las totalitarias como las democráticas, que han pretendido y pretenden sustituir a la religión, no han vacilado en seguir el precepto coránico. Nada digamos de la Revolución Francesa o de Napoleón, ese "viajante de Constituciones", como le llamaba don Ramón Carande.
Me gustaría discutir de las palabras del Papa, porque me llama la atención eso de que el dios de los cristianos es racional y el de los moros no. No dudo de que haya siglos de sutileza teológica tras esa afirmación, pero me sigue pareciendo falsa por circular (¿qué es lo razonable? lo que dios quiere; ¿qué quiere dios? lo razonable). La teología se llama ciencia, pero se basa en un axioma no demostrado, que dios existe y es tal como los cristianos pretenden.
En la práctica, cuando se llega a una contradicción, el recurso es invariablemente el misterio, la voluntad insondable del señor. O sea, que dios es razonable hasta que le parece.
Encuentro más honesta la versión islámica, más coherente.
Quisiera discutir de eso, decía, pero parecería ridículo con la que se ha liado. Canalsù lo caracteriza muy bien: ¿que yo soy violento? toma, toma y toma, para que me lo digas otra vez. La reacción islámica no hace más que demostrar que quienes los acusamos de violentos tenemos razón (porque si tan mal retratados se ven podían abrumarnos con actos de mansedumbre infinita, digo yo). Y en medio, los supuestos islámicos moderados que no dejan caer ni una palabra de condena contra sus correligionarios fanáticos. Y los buenistas que regañan al Papa. pues vamos bien.
Pues sí, Ignacio, es lamentable que estemos discutiendo de estas cosas y no del fondo del asunto del discurso deL Papa, que abordaba la relación entre la razón y la fe, el papel de la UNiversidad, etc...
Pienso que sobre la cuestión que planteas te interesará leer la opinión de "Campo de estrellas", que lo tengo enlazado en mi blog.
Me parece interesantísima esa versión “griega” del cristianismo, que en el acto de afirmarse se autodestruye como religión (o mejor, firma el certificado de defunción de lo que ya había dejado de ser una religión).
En efecto, si la idea cristiana de dios se adapta al logos, que es lo más humano de todo, va de suyo que a dios nos lo hemos inventado nosotros, que la religión es un producto humano, poco más que un vehículo, un soporte para ciertas ideas morales y políticas. Que habrá servido, pero puede dejar de servir. Y que para seguir sirviendo tiene que ser (como en efecto ha sido) flexible. Por eso la doctrina moral se ha ido adaptando a los conceptos dominantes en la sociedad, aceptando barbaridades que después pasó a condenar sin rubor. Un dios autónomo no cambiaría de idea con tanta facilidad, imagino. El dios de los musulmanes no lo hace. El de los cristianos, en cambio, se presta con sorprendente docilidad a ratificar encada momento lo que sus creyentes creen de todas maneras (si hace falta un ejemplo, basta ver dónde quedó la legitimación divina de la monarquía).
Siempre se puede afirmar lo contrario, que el logos viene de dios y existe previamente, que el logos no es más que otra manera de nombrar a dios, y que las diferencias temporales de criterio se deben a nuestra falibilidad, a que no manejamos el logos tan bien como deberíamos. Se puede, pero entonces dios se convierte en una hipótesis superflua, puesto que sin él también iremos avanzando por el camino del logos lo mejor que sepamos.
Y el caso es que uno prefiere esta monoteísmo tan poco religioso al mucho más puro de los musulmanes, que ya vemos a lo que lleva.
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